Que la diferencia entre el Málaga CF y el FC Barcelona es abismal no hace falta repetirlo, pero que al conjunto blanquiazul se le ha dado más que bien jugar contra el equipo azulgrana en los últimos años también es una gran verdad. No en vano, la última vez que los catalanes claudicaron en Liga fue en La Rosaleda. Aquel 2-0 -Sandro y Jony- del 8 de abril de 2017 pasó a la posteridad, como cada vez que el Málaga se impone a uno de los grandes, pero también fue una pica que aún nadie ha conseguido sacar en Liga hasta ahora.

El Málaga entonces sacó medio billete para continuar en Primera, pero también se convirtió en el último verdugo liguero del Barcelona hasta la fecha. Nadie, en la Liga española, ha conseguido ganar al equipo azulgrana desde entonces, lo que añade mayor valor al triunfo de entonces y complica más si cabe la visita de los de Valverde este fin de semana (sábado, 20.45 horas).

Desde entonces, desde aquella derrota, el Barcelona acumula 34 partidos sin perder. En lo que va de curso nadie ha sido capaz de hacerle hincar la rodilla, y la temporada pasada, tras caer en Martiricos, contó sus partidos por victorias -siete hasta el final de curso-.

Es, por tanto, inevitable pensar que el Málaga es un rival incómodo para los azulgranas. Más si cabe cuando juegan en La Rosaleda. El equipo culé, de un tiempo a esta parte, encuentra en el Málaga a un rival rocoso y complicado, lo que puede amortiguar la diferencia entre el primero y el colista.

Otro de los datos llamativos que arrastra el Barcelona desde la última vez que visitó Martiricos es referente a sus expulsiones. Neymar vio en Málaga la tarjeta roja por doble amarilla en el minuto 66. El brasileño, ahora en las filas del PSG, vio en el minuto 27 una amarilla por obstruir un saque de falta, mientras que la segunda fue por una entrada a Diego Llorente.

Con la expulsión de Neymar entonces se puso fin a una racha de 59 partidos sin sufrir una tarjeta roja en sus filas. Pero es que desde entonces no han vuelto a expulsar a ningún jugador culé en competición doméstica.

Otro de los datos llamativos al respecto puso fin en su última salida, en Las Palmas, donde el Barcelona sufrió un penalti en contra después de 78 jornadas -más de dos años después-. El conjunto azulgrana amasa muchos datos favorables al respecto y el Málaga ya puso los contadores a cero de varios de ellos.