Marbella combinó solidaridad y lujo este fin de semana. La organización no gubernamental Children for Peace eligió por segunda vez para celebrar su gala benéfica anual. Un acto que coincidió con la celebración del Marbella Luxury Weekend, una iniciativa impulsada y financiada por el Ayuntamiento y distintas empresas e instituciones privadas para convertir a Puerto Banús en escaparate mundial de firmas de prestigio y elevado coste.

La ciudad no desplegaba la alfombra roja desde el pasado agosto, con la celebración de la gala Starlite que contó con Antonio Banderas y Eva Longoria como padrinos de excepción. Un evento que se repetirá este año. Mientras y como antesala previa al verano, las actrices, italiana y española, Marisa Berenson e Inés Sastre, lucieron como madrinas de la cena que Children For Peace organizó en el hotel Villapadierna, enclavado entre Benahavis y Estepona pero asociado a la marca Marbella. Unos 200 invitados pagaron 200 euros por tener cubierto en las mesas dispuestas en el cinco estrellas,el mismo que alojó a la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, según indicaron a este diario sus organizadores. La estrella esperada de la noche era la empresaria y modelo multimillonaria estadounidense Ivana Trump, que finalmente ni siquiera pasó por la Costa del Sol estos días como estaba previsto.

«Está muy vinculada a la organización pero ha tenido problemas de agenda», justificaron fuentes del colectivo sin ánimo de lucro. Los flashes se reservaron para el matrimonio Khashoggi. El magnate árabe Adnan Khashoggi acudió junto a su esposa, Lamia.

Fue una estampa muy nostálgica para los mas veteranos de la noche marbellí, ya que la pareja lleva asentada casi treinta años en la ciudad y durante la década de los ochenta fueron el alma de todas las fiestas y parte muy importante de su jet-set. Los Khashoggi, paradójicamente con respecto al sentido de la gala, hicieron grandes fortunas con la venta de armas.

El empresario propietario del parque comercial La Cañada e imputado en la operación Malaya tampoco se perdió la celebración, que por otro lado patrocinaba. No dudó en fotografiarse con el magnate Khashoggi.

Ana Obregón,siempre sonriente, compitió en protagonismo con Jacqueline de la Vega y Beatriz de Orleans o Carmen Lomana. Pero ninguna la gana en acaparar focos a su alrededor. La actriz y bióloga participó como presentadora de una gala que contó con la actuación del cantante italiano Federico Angelucci y la intérprete Lil-J.

Marbella cerró un fin de semana poblado de caras mas o menos conocidas y de presentaciones de productos inalcanzables para la inmensa mayoría de los mortales. Las bandejas de caviar iraní, el champán y los deportivos descapotables poblaban un Banús lleno de carpas blancas y de curiosos poderosos.