De golpe de efecto se podría calificar la solución arbitrada por el Gobierno para sacar al Campamento Benítez del abandono y la maleza, del cierre y la degradación, del olvido y la ruina en definitiva. La intrahistoria del asunto no deja de ser curiosa, pero no debe empañar lo que, sin duda, es una buena noticia para la ciudad. La idea puede ser mejorable, como todo, pero ya era hora de coger el toro por los cuernos. De todos modos, no podía permitirse más hormigón en una zona con continuos trombos circulatorios.

La ministra Magdalena Álvarez tenía el acuerdo con el ministerio de José Bono apalabrado desde hacía prácticamente un mes. Y el anuncio había que soltarlo ya, no podía retenerse más tiempo, así que se anunció en la tarde del lunes. Hubo quien pensó que era una idea perversa y maquiavélica porque el alcalde estaba en Singapur.

La verdad es que estaba previsto un gran acto institucional en la zona, con la comparecencia de Bono, De la Torre y la propia Álvarez. Pero los problemas de agenda de Bono complicaron la cuestión, cuya última fecha posible era el martes. Así que, para no agraviar al alcalde, se decidió prescindir del acto público. Y de la foto. Ya habrá ocasión para ver a los tres juntos.

Fomento quiere construir un museo del transporte, en una zona que asoma al mar y ve pasar de cerca los raíles del Cercanías; oye los rugidos de la autovía y los estruendos de los aviones despegando. En una zona en la que el río era navegable, siglos ha. Un museo que se asentará en un gran pulmón de casi 300.000 metros cuadrados, oxígeno para una zona demasiado cargada de actividad para la endeblez de su viario.

El alcalde de Málaga no podía estar de acuerdo con la idea. Si no, no sería el alcalde. Los matices a los proyectos empiezan a aburrir. Está claro que su propuesta de construir un gran centro con especies marinas y zonas divulgativas no está nada mal. Ya se planteó algo parecido en su día para el Plan del Puerto. Pero es que en esta ciudad no podemos pasarnos el día debatiendo como si de la capital del `brain storming´ (`tormenta de ideas´, aunque a veces es más `tormenta tras la idea´).

Una de las iniciativas privadas dispuestas a acometer la idea delatorriana la encabezaba el promotor Rafael Alonso, conocido porque, en su día, tuvo algunos problemillas con Parques Reunidos. Otra idea tormentosa era la de llevar allí la Feria, para que se asomara al mar. Otra, apadrinada por algunos miembros del PP, era construir hoteles. Más. Algunas voces en el PSOE reclamaban la construcción de un centro de alto rendimiento deportivo. El asunto llegó a tratarse con el consejero del ramo, Paulino Plata, al que no le pareció mal, salvo el detalle de la proximidad del estadio de atletismo. Muchas inversiones del mismo ramo polarizadas en una misma zona.

Decíamos que el alcalde estuvo en Singapur. Antes de saltar la noticia del Benítez, aseguran que De la Torre conversó con el presidente Zapatero al respecto. Parece ser que le atendió y que se ofreció a mediar en el asunto.

El alcalde, con un fondo a prueba de fatiga, ya de regreso a la capital malagueña tras más de mediodía en un avión con la tensión de ir conociendo con cuentagotas el desenlace de los acontecimientos que sacudieron Londres, lo primero que hizo fue ir a ver el concierto de Manolo García en el Auditorio Municipal, una idea que aplaudimos y que se necesitaba como el comer.

Patricia Marín fue casi la alcaldesa accidental los cuatro días que De la Torre saltó seis husos horarios. Y, en esto, que el concejal de Seguridad, Antonio Cordero, regresaba a su puesto tras algunos meses de convalecencia. Respaldó la decisión del alcalde sobre el `caso Agüera´. Hay quien comenta que él hubiera zanjado antes el asunto, por la vía rápida.

Y hablando de corredores de fondo. Antonio Rodríguez Leal se desdobla con denuedo para atender sus obligaciones hidráulicas al frente de Cuenca Mediterránea Andaluza y sus deberes como socialista de pro y líder de la formación en Marbella. El viernes estuvo junto a Miguel Ángel Heredia y al secretario del PSOE en San Pedro, Antonio Martín, viendo el proyecto para soterrar la travesía. Y el candidato a las próximas municipales sigue sin conocerse, aunque puede que no se encuentre a muchas líneas de distancia de ésta que cierra el texto hasta la semana que viene.