En mis dos artículos anteriores en este diario, titulados ´La vida Oculta del Puerto de Málaga´ (viernes 15 de febrero) y ´Málaga y el Transporte´ (jueves 10 de abril) indico que se debería escoger un emplazamiento distinto para albergar el Auditorio de Música y Centro de Artes Escénicas, proyectado, al revelarse el lugar elegido, totalmente inadecuado (aunque lo digan los políticos y hayan algunos motivos que los respalden), porque dañaría y deterioraría la ´vida marítima y laboral´ del recinto portuario de Málaga, especialmente en el de configuración y proximidad a la parte urbana. Como también le afecta negativamente a esa ´vida´ económica y fronteriza, el ´Palmeral de las Sorpresas´, y muy negativamente, el Aparcamiento múltiple para 900 vehículos, por la invasión real que supone, en la confluencia de los Muelles Marqués de Guadiaro y Ricardo Gross, respectivamente Uno y Dos, todo dentro del recinto portuario.

La APMA plantea añadir ahora, en el muelle Marqués de Guadiaro, la única edificación, acorde con el ambiente marítimo y naviero, consistente en una segunda Estación Marítima para recibir y despedir a los cruceros de 150 pasajeros o poco más.

Con respecto a ocupar parte del recinto portuario para un Auditorio Músical y de Artes Escénicas, considero mucho más idóneo el terreno del antiguo Campo Deportivo de Segalerva, o algunos terrenos o espacios próximos al Campus Universitario.

Y en el siguiente artículo del 10 de abril, sugiero que no se levante el tendido ´ibérico´, el ferrocarril que cubre el tramo entre ´puerto-estación´ de Málaga y Bobadilla, hasta que se pueda multiplicar el acceso por ferrocarril a la capital por dos, que hasta ahora sólo tiene uno, para viajeros se puede contar con el AVE. Es decir no desprenderse del servicio en tendido ibérico existente entre Córdoba y Málaga mientras no esté resuelto el nuevo enlace, porque es muy costoso y genera muchos gastos.

El que fuera Conservador de los Reales Alcázares de Sevilla, Joaquín Romero Murube, poeta y escritor, reveló en su día, que Andalucía la componían "siete provincias y Málaga"; esta anécdota la conozco a través de conversaciones hace cinco o seis décadas, con mi amigo, José A. Muñoz Rojas.

Canovas del Castillo resolvió el transporte y la comunicación, en el tercer tercio del S. XIX, dando paso al ferrocarril en 1860, desde Córdoba, a una de las capitales marítimas con más tradición a la espalda y atravesando una de la provincia más montuosas de la Península Ibérica; la travesía, también, del desfiladero de ´Los Gaitanes´ o de ´El Chorro´ fue una obra de titanes, que facilitó al transporte de mercancías y viajeros, a conectarnos directamente con el resto de España y por el otro lado del globo terráqueo. Esta realidad hace conocer a la ciudad en el cuarto tercio del Siglo XIX, un impulso que cobró una imagen moderna indiscutible, pero la ventaja importante se la dio la conjunción Puerto-Ferrocarril. Junto con su clima y su morfología social, la hicieron ser considerada como la ciudad más cosmopolita de la España meridional. Con la llegada del tren, y los barcos, se desplazaron unos brotes de familias inmigradas del Norte de España y Centro Europa, de alto nivel cultural y educativo, que permitieron que se calificara la actividad mercantil e industrial de tal modo que atrajeron una cifra considerable de inmigrantes del resto de Andalucía, en busca de empleo y trabajo. Así le hace describir a Juan Valera, el ilustre escritor, en una de sus novelas, viniendo de Granada en diligencia y superar la barrera de ´los montes´, contemplando desde este ´balcón´ Málaga a sus pies, era asomarse a la civilización y al mundo. Lo plasmó de forma poética, Carlos Valverde, vecino de Priego de Córdoba, afincado en Málaga en la segunda mitad del S. XIX ,que termina describiendo en unos sentidos versos que reproduzco :

"Málaga es la ciudad de los placeres, de la gracia de Dios, de la belleza, del amor, que rebosa de sus mujeres, del trabajo que es fuente de riqueza...y el estruendo fabril de sus talleres, es el himno que canta su grandeza..."

Esta descripción del ambiente laboral y empresarial de antaño, fue caldo de cultivo de dos situaciones sociales muy difíciles de comprender: uno, la carencia de Seguridad Social no implantada hasta la década de los 50 del Siglo XX, y otra, la prevalencia de un idioma extranjero frente al español, que en el ambiente comercial y cultural de las clases acomodadas y empresariales, alejaba o ´marginaba´ a los otros, y que corriendo el tiempo terminarían haciendo que Málaga fuera un lugar excepcionalmente virulento en una sociedad en la que prevalecía la deseducación y el analfabetismo.

Este reflejo del ambiente de la capital, unido a una visión actualizada, ha tenido respuesta, hoy día, en algunos aspectos de las infraestructuras, que fueron considerados por los Ministros de Obras Públicas o Fomento, en las distintas legislativas, con el inició de la obra de la carretera de las Pedrizas, D. Federico Silva Muñoz y más recientemente con la Autopista de la Cornisa de la Costa, D. José Borrell y con la ampliación del Puerto, D. Francisco Álvarez Cascos, y continuada en estos años por Dña. Magdalena Álvarez, que terminó solucionando el transporte de viajeros con la llegada del AVE, -pero no el de mercancías-, que ha sido resuelto parcialmente pero no han eliminado la imagen de ´agujero´, que siempre se ha cernido como una espada de Damocles, sobre Málaga, y todavía impide -con matices-, hacer posible un nuevo modelo de ciudad, mientras los políticos piensan en hacer ´rascacielos´, por poner un ejemplo y ocupar indebidamente terrenos destinados al área del Transporte marítimo/terrestre como es el puerto.

Si se extiende y se revitaliza el tendido de ancho ibérico, hasta Bobadilla, para que Málaga disponga de dos accesos ferroviarios y no uno -como hasta ahora- y asentar un Puerto Seco en terrenos de la Renfe en Bobadilla (que serviría igualmente al puerto de Algeciras), se crearía una apertura al transporte y a las posibilidades económicas que se brindan al conjunto de los malagueños, que podrá producir un beneficio a la estructura capitalina y dar una parte vital de la economía sostenible, haciendo crecer su puerto. Si políticamente se sustentan sus aspiraciones de volver a ´abrir las puertas´ hacia la meseta, que se inicia al norte de la provincia en Antequera, no hay duda que las ventanas se abrirán para Málaga.

Una de las causas que recuerdo que hizo más daño a principio de la década de 1940, y de forma brutal, a Málaga, es la falta de transporte que mantenía la circulación de ´su sangre´, al ser eliminada Málaga como destino y no poder proveer de mercancías de retorno, lo cual encareció el precio de su sustento en un 50% hasta un 70%. Ahora que estamos bajo la influencia de la huelga de transporte, se hace uno consciente de la trascendencia que tiene el transporte, sea por carretera, ferrocarril, aéreo o marítimo, del que dicho sea de paso, es el más económico.

Ante la deslocalización de la Industria en Málaga, surgió ´Torremolinos´ vinculado todavía al municipio de Málaga, se hizo popular y atractivo dado su paisaje y su clima, amigos los dos de los visitantes, como destino veraniego de los españoles y europeos, principalmente ingleses, y así comenzó el tirón, o sacudida, del turismo en el que el nuevo ´delantal´ del Aeródromo ´El Rompedizo´, contribuyó a agilizar su imagen: con la inauguración del Hotel Pez Espada, el incipiente turismo adquirió confianza.

El firmante describía recientemente, en una carta al Presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, que no parece darle inmediatez suficiente o vinculación a la obra proyectada del enlace Estación Renfe-Puerto. D. Antonio Canovas del Castillo y los inmigrantes procuraron en su época sacar a ´primera división´ de efectividad la llegada del Ferrocarril y la ampliación del Puerto. El Puerto Seco en Bobadilla, hoy en día, es un valor a la altura de las obras que se iniciaron en el siglo pasado y es una solución para que contenga Málaga dos accesos para llegar a la capital, y no sólo uno!!

* Presidente de Honor de AESDIMA