Según una publicación, Autopistas comunica que ha realizado unas estadísticas en las cuales se aprecia una disminución de usuarios de este servicio. Los ciudadanos que las utilizan pueden apreciar muy claramente una disminución en cuanto al personal y propio mantenimiento, forzando a que utilicemos un dispositivo de cobro automático que debemos pagar por el mismo y por su mantenimiento, un dispositivo para que nos cobren por agilizar el paso, de no ser así están reduciendo taquillas ocasionando largas colas de espera. Otra forma de presión ha sido la eliminación de las tarjetas propias y dar un ticket a las empresas que si quieren transformarlo en factura es toda una odisea, teniendo que acudir personalmente a sus oficinas antes del 15 de cada mes, o se pierde la oportunidad de obtenerla para su desgravación. En la misma noticia se decía que el precio había subido por encima del IPC, lo que suponía un coste considerable. Si suben los precios, nos cobran para pagarles, reducen personal, no agilizan el paso sin un coste adicional ponen trabas para la factura y el tren cuesta menos reduciendo el tiempo de desplazamiento, la pregunta se contesta sola ¿Por qué se pierden clientes?

Muchas pistasDiego Fernández VillarMálaga

Quiero enviar mi más entusiasta felicitación a la Cofradía de la Cena y al diario la Opinión de Málaga, por la magnífica iniciativa de instalar un bellísimo altar del Corpus y engalanar la fachada siguiendo los cánones de la fiesta y simulacro de nuestra más arraigada tradición barroca y mediterránea. Frente a tanta «modernidad» cateta y alicorta que nos quieren imponer hoy, con un minimalismo cutre, esta preciosa maquinaria barroca se inscribe dentro de las más arraigadas tradiciones de la ciudad. Repito, mi enhorabuena a todos cuantos han hecho posible esta evocación preciosa del siglo XVIII, ojalá cunda el ejemplo y cada año se instalen más altares y se engalanen más fachadas.

Fachadas BarrocasEduardo GuerreroMálaga

El presidente, Mariano Rajoy, tras el rescate del sistema bancario español, niega dos hechos palpables: que el rescate haya sido impuesto y que afectará al déficit público. Ninguna se sostiene, porque el Gobierno siempre manifestó que no habría rescate y pocos dudan de que el Estado, como avalista, deberá asumir parte de los intereses y de la deuda. Ahora sale a la luz lo que antes se ocultaba, que la mayor parte de la deuda española es privada y que la deuda pública no era el problema.

Hay que ser ingenuo para pensar que la liquidez que se inyectará a las entidades bancarias servirá para reactivar el crédito. La realidad es que las inmensas ayudas que ha aportado el Frob, las han utilizado los bancos para tapar sus goteras, bonos para sus altos cargos y jubilaciones anticipadas de sus plantillas. Además, en una economía con niveles ínfimos de rentas y consumo en decrecimiento, los empresarios no se plantean realizar grandes inversiones.

Lo peor de todo es que los causantes de este desastre, banqueros y políticos ineptos, no asumen responsabilidades, ni se les exige. Todo se tapa, y se van a sus casas para disfrutar de una suculenta pensión. Al final, son las clases medias y bajas las que sufren todo el peso de la crisis. Y nuestros jóvenes son una generación perdida, sin expectativas laborales. No hay derecho.

Reconocer la realidadLuis Goñi StroetgenMálaga