Tenía doscientos directores generales, no conocía al de Trabajo», dijo ayer Manuel Chaves. El caso de los ERE ha servido para que nos hagamos, merced a este dato, idea de las proporciones del problema: demasiada gente mangoneando. Elefantiasis. Desproporcionitis aguda. Doscientos asuntos tan importantes que necesitan directores generales. Director general de Nubes y Claros, tal vez De Taciturnos y Melancólicos. Director general de Sobrasada los Jueves por la Tarde o director general de Buena Sombra te Cobije, Chavea. A lo mejor un director general de Camisas de Cuadros que siempre vistiera a rayas. O un director de Asuntos de la Edad Media que creyera que se iba a ocupar del medievo y en realidad tenía como misión a los treintañeros. Un director general de Libre Albedrío y Estofado de Ternera. De Ascensores y Parabienes con Chorreras. De Arreglar el Jardín los Domingos o de Andaluces Emigrados a Bizancio en los Cincuenta. Un director general de Dios Mediante y otro de Asuntos Ateos Decimonónicos. Un director general de Joder con el Lumbago y otro de Hay que Sentarse en la Postura Correcta, dependiente de la Consejería de Fomento con competencias en Viviendas, Folios en Blanco y Partidarios de Azorín. En fin, un director general de Epigramas, Odas y Epitalamios. Ya es raro que uno no conozca a sus subordinados, siendo como es el ejercicio de elegirlos y nombrarlos donde reside el poder. Pero la propia cifra sin embargo hace posible que no puedas ni siquiera haber tenido una conversación con cada uno de ellos. Doscientos: a conversación con uno de ellos cada día, sale a casi un año de días laborables hablando con directores generales. Puf, menudo quebradero de cabeza. Chaves fue ayer al Supremo a exculparse, a decirnos cuántos directores generales tuvo y a contestar a Griñán. Dicen que no se hablan. Salvo a través de los medios de comunicación. Griñán dijo que hubo un gran fraude pero no un plan para defraudar. Chaves matizó que si hubo un gran fraude lo tendrá que dictaminar la Justicia. Los ERE han acabado con una bonita amistad. Un Expediente de Regulación de Amistad. ERE el que le quieren hacer a ambos Ciudadanos y Podemos, que exigen su retirada. Al final, la investidura va a depender del Supremo, que para eso es supremo. Un director general de Teclados Suntuosos Meridionales. O de Primavera en Ciernes.... que va paseando por Sevilla y coincide con Chaves en una taberna, que no se dicen buenas tardes porque éste no conoce al subordinado y el subordinado es director general de No Saludar. El ciento y la madre. No. Doscientos.