Un grupo de empresarios y profesionales ha redactado y firmado un manifiesto que se ha publicado en la web malagacode.org. Básicamente el texto quiere hacer ver que la enseñanza de la programación es una cuestión de vital importancia para el mundo que viene, ojo, no para el mundo de las nuevas tecnologías sino para toda actividad.

¿Se imaginan una escuela en la que hubiera aulas de lápices? es decir, los lápices y los bolígrafos no se pueden usar en cualquier lugar del colegio sino sólo en unas aulas especiales. Pues algo parecido es lo que ocurre hoy en día en los colegios con las aulas de informática.

O un paso más allá, lo que ocurre hoy por hoy es como si les diéramos los lápices y las gomas a los alumnos pero sólo para que reescribieran encima de lo que ha escrito alguien, o para que borrasen los trazos que otro dejó en el papel. Enseñar informática no puede quedarse en enseñar a usar la herramienta. Tiene que ir más allá, un lápiz en sí no sirve para nada si no se enseña que con él se pueden crear nuevos libros, nuevos textos o plasmar con él nuevas ideas. A manejar el lápiz se empieza y se termina en la educación infantil, más allá de eso se enseña a crear con él.

Pues lo mismo con la informática o los ordenadores. Usarlo es evidente que hemos de enseñar a usarlo pero es una potente herramienta para crear muchas más cosas de las que existen. El tan manido cambio productivo no se puede cambiar con leyes, empieza en los niños de 14 años, si no antes. Los responsables de la educación, de la gestión y de los contenidos tienen que hacer una apuesta fuerte por el aprendizaje de programación en las aulas. Cuanto más pequeños mejor y cuanto antes también mejor. Malagacode es un granito de arena de una iniciativa privada pero se pueden apuntar todos y aunar esfuerzos.