La reina Isabel de Inglaterra cumple 90 años envuelta en un nuevo escándalo a cuenta de su marido, Felipe de Edimburgo, quien, según un documental del Canal 5 de la televisión británica, llevaría 60 años siendo infiel a su esposa algo que, por otra parte, se lleva afirmando toda la vida y sería conocido y admitido por la soberana.

Dicen en el documental que el duque, siempre la sombra de Isabel y aburrido y limitado por su papel de consorte, necesitaba una válvula de escape y la encontró en las faldas de sus numerosas amantes, entre ellas, actrices como Zsa Zsa Gabor y Patricia Hodge, la dueña de un cabaret, la mujer de uno de sus empleados, una princesa, una duquesa, dos condesas y otros amoríos con mujeres más o menos conocidas algunas de ellas vinculadas al mundo de la equitación, por no hablar de sus frecuentes visitas a un club de alterne del Soho.

En cualquier caso, su pasión por las mujeres debe estar bien enraizada porque, a sus 94 años, Felipe seguiría al pie del cañón según se desvela en el documental.

Hablan de que vive una tercera juventud gracias a su amistad con lady Penny Brabourne una rubia aristócrata 32 años más joven que él con la que se le ha visto en las carreras de caballos.

A Isabel no parece a estas alturas importarle mucho los escarceos de su esposo del que se enamoró con 13 años cuando él tenía 19. En 1947 se casaron y una década después comenzaron a circular rumores sobre posibles aventuras extramatrimoniales de Felipe que vuelven ahora a salir a la luz.

Los expertos en los entresijos de la familia real británica dicen que, aunque a la reina le molestaron estos rumores en los primeros años de su matrimonio, luego aprendió a mirar hacia otro lado y a no exigir a su marido fidelidad sino lealtad y apoyo incondicional. De hecho, pocas parejas se han mostrado tan sólidamente unidas cara al público a excepción de las temporadas en las que uno se iba a Windsor y el otro a Balmoral, y eso que, por lo visto, no tienen nada que ver. Ella es fría, seria y disciplinada y él dicharachero e impulsivo, como todo el mundo sabe por sus frecuentes meteduras de pata.

Quizá ahí esté el secreto de su éxito matrimonial, tener claros los objetivos y no pedir al otro más que lo que pueda dar. Aunque lo de tener dos palacios para poder separarse unas semanitas de vez en cuando, también debe ayudar.