La verdad es que es mejor ponerse lírico en el Congreso, como el diputado por Málaga Torres Mora, que maleducado como Rufián. Pero a quien tengo que salir a defender es a Miguel Ángel Heredia, que ha tenido que pedir perdón por el contenido de una charla a Juventudes Socialistas en Cortes de la Frontera en la que habló de lo que consideró conveniente, pero el toro de lo políticamente correcto lo cogió y zarandeó. Yo creo que debemos decir lo que pensamos y eso es lo que ha hecho el secretario provincial de PSOE. Que diga que hay que atacar a la cabeza de Podemos me parece normal, o que hay que disolver el PSC, o que su partido tiene que acercarse a los autónomos.

Lo de Gabriel Rufián es otra cosa, llama gánster y lacayo en sede parlamentaria, entre otros improperios, al ex ministro del Interior, Jorge Fernández. ¿Qué podríamos decir sin quedarnos cortos del tal Rufián? Además, impide una declaración sobre Venezuela, igual que los podemitas, amigos todos del gorilato de Maduro. No extraña entonces que un militante de Podemos en Cádiz grite a un edil de PSOE en el pleno municipal, «vas a tener que llevar escolta». Son así de guerracivilistas. Pero lo tedioso es que 78 años después del fin de la contienda -el otro día veía La guerre est finie; de Alain Resnais y guión de Jorge Semprún, que en la película es Yves Montand- tengamos que soportar el mismo discurso sobre los símbolos del franquismo, que deberán ser eliminados en el plazo de 18 meses, según la ley de memoria histórica de Andalucía, ¿y los otros símbolos no? O hacemos tabla rasa de un pasado ominoso o dejemos el pasado en paz, porque los fascistas, los comunistas, los anarquistas€ todos cometieron crímenes, pero aquí solo pasean a unos muertos y no a todos. Ni muertos somos iguales.

Tras estas montañas, se producen conatos de rebelión en la Guardia Urbana de Barcelona por la protección de la Colau a los okupas, y en los mossos por los ficheros de la Generalitat en los que figuran sus orientaciones políticas, religiosas, sexuales€ Imagínense lo que viene.

Pero la pelota que se está jugando ahora y aquí es la del gobierno de Rincón de la Victoria, con Encarnación Anaya (PSOE, seis concejales) de alcaldesa, hay dos de Ciudadanos, uno de IU, otro no adscrito y dos del PA con José María Gómez a la cabeza, el famoso Pepín. Francis Salado es el líder del PP que negocia con el susodicho que no entre en el equipo de gobierno pero, a cambio, le daría cinco áreas, que se quedarán en menos. Una nueva vieja historia.

En este otro ayuntamiento, el del Parque, el reparto de las mesas en los bares y restaurantes del centro ya se ha cobrado una víctima política, Esther Molina, a manos de otra mujer. Ahora llega nuestro alcalde y encabeza el rechazo a un nuevo centro de emigrantes en Málaga en contra del criterio del Gobierno, ¿a qué partido pertenece De la Torre?, mira que lo quiero, pero en algún lugar tendrán que estar los emigrantes, digo yo, no los hemos invitado pero están aquí, alcalde. Eso sí, los malagueños podrán hacer este año todos los trámites municipales por internet, eso es progreso. Y debemos agradecerle a Rajoy que enterremos la esperanza de la sede malagueña de la Agencia del Medicamento, se la pasa a Barcelona a sabiendas de que le morderán la mano. Nos alivia de una carga más, qué atento.

En fin, la verdadera paz solo puede encontrarse allá arriba, pero aquí abajo ya sabemos por una revista británica que el mejor restaurante del mundo está ahora en Nueva York, el Eleven Madison Park, nuestro Celler de Can Roca queda en tercer lugar tras la ostería Francescana, de Bottura. Precisamente, en Pedro de Toledo, 4, tenemos otra, Angelino, todos los camareros de Roma. También el moscatel dulce número tres Viñas Viejas, de Jorge Ordoñez, logra el Bacchus de Oro 2017, y otro vino malagueño, el Andresito, consigue el de Plata. Por eso, Juan Martínez Villergas, de mediados del XIX, escribía:

Dicen que apostó una bala

con un águila a volar,

y ésta dijo sin tardar:

vete, plomo, noramala.

¿Quién a estas plumas iguala

con que hasta los vientos domo?

Mi cuerpo de tomo y lomo

verás donde tú no subes

que esto de andar por las nubes

no es para un ave de plomo.

cima@cimamalaga.com