El pequeño Neven jugaba con sus amigos del barrio, más en concreto de la calle Petra Predarovica, muy cerca del Pabellón Baldekin. Se pasaban el día jugando al baloncesto en la calle. En aquellos tiempos en la extinta Yugoslavia durante el invierno había dos ocupaciones: el colegio y el baloncesto. Y en verano, sólo el deporte del balón naranja. En la pandilla de Neven había un niño que se llamaba Drazen que tenía un hermano mayor que ya jugaba de manera más seria. Aleksandar Petrovic era el modelo a imitar por todos los jóvenes de la calle Predarovica. Las enseñanzas de «Asa» y las horas de juego crearon un genio del parquet: Drazen Petrovic y a uno de los grandes entrenadores de Europa, Neven Spahija.

El actual técnico del Maccabi siempre tiene un recuerdo para su amigo de la infancia, del colegio, de las calles de Sibenik: Drazen Petrovic. Recuerda por ejemplo que a los 14 años no parecía nada especial, pero que en dos años sufrió una transformación brutal. Grandes recuerdos y también uno malo que le persigue siempre: Junto con Stojan Vrankovic viajó a Alemania para reconocer el cadáver de Drazen después del mortal accidente de tráfico que terminó con la vida del «Mozart del Baloncesto».

Spahija es un gran entrenador que además obtiene resultados con sus equipos. Este Maccabi es una buena prueba de ello, después de varios años sin rumbo y de cambiar este año 12 jugadores, tiene al equipo dentro de los play off de la Euroliga. La Mano de Elías vuelve a ser una cancha difícil, sólo han ganado el Olympiacos de 1 punto y el Efes con 8 de 11 en triples de McCollum. Real Madrid, Fenerbahce, Baskonia o Valencia ya saben lo que es perder en Israel. A pesar de ello, a Spahija, nunca le han regalado nada. Después de una mala experiencia en la Cibona decidió poner rumbo a la NBA, y a pesar de haber sido dos veces ayudante de Budenholzer en las ligas de verano tuvo que pasar un severo proceso de selección para convertirse en su asistente en los Atlanta Hawks. Dos entrevistas personales de 45 minutos con el técnico y un mes de espera para saber si era el elegido. El 1 de agosto de 2014 recibió la llamada de Atlanta, después de un mes de muchos nervios y problemas para dormir y se incorporó a la mejor liga del mundo. Allí descubrió con asombro que una parte del juego de ataque del equipo de Georgia se llamaba «Navarro» en referencia a nuestro Juan Carlos Navarro.

El Unicaja llega a este partido en uno de sus mejores momentos de la temporada, tras 3 victorias consecutivas en Europa y 2 de 3 en la ACB, pero con un peligro evidente: un viaje doble que marcará el futuro del equipo en las dos competiciones. Una victoria en Tel Aviv colocaría al equipo en la senda de los play off, a pesar de las derrotas en casa ante Bamberg y Zalgiris; y otra en Bilbao le mantendría en la carrera por la Copa del Rey. Una derrota en cualquiera de las canchas complicaría mucho ambas cosas. Son dos partidos a cara o cruz de manera consecutiva y que esperemos que los verdes saquen adelante. Suerte? y Felices Fiestas a todos.