Opinión

Martín Sagrera Capdevila

Cartas de los lectores

Reveladora inverosímil dimisión

Siete meses ha tardado Aharon Haliva en dimitir diciendo que se cree responsable de la ‘negligencia’ que permitió que Hamás matara a 1.200 israelíes el 7 de octubre. Dada la pobre organización de Hamás y la fama mundial del espionaje israelí, es increíble que estos no supieran mucho antes lo que iba a suceder o que no pudieran intervenir a tiempo para evitarlo casi por completo.   Aquellos muertos y prisioneros israelíes fueron la inhumana carnaza propia que ofreció Netanyahu para ‘justificar’ ya las docenas de miles de muertes que han cometido, según el repetido mandato del celoso Yahvé de matar hasta a los niños de pecho de la ‘tierra prometida’, mientras el mundo que presume de civilizado e incluso democrático se lo permite con complicidad o pasividad que pagaremos muy pronto todos muy caro.