El Jueves Santo se hizo Domingo de Ramos a eso de las cinco y media en la calle Compañía. La Sagrada Cena se hizo a la calle desde su casa hermandad y muchos, en su recuerdo, aún guardan aquellas imborrables imágenes de la corporación saliendo de su antigua sede, junto a la Estación de Renfe. La cruz guía rasgaba el murmullo de las miles de personas que se habían dado cita en este enclave, que desemboca pronto en el recorrido oficial.

Los miembros de una coral cantaron dos himnos antes de la salida, aunque cuando el Señor de la Cena y sus doce apóstoles comenzaron a avanzar por las calles, los aplausos y vivas al Cristo se multiplicaron por miles. La Agrupación Musical de la Redención de Córdoba, que debutaba este año con la corporación nazarena, acompañaba a la imagen de Luis Álvarez Duarte. Para hacerse a la calle, muy lento y mecido, Gracias a ti, Señor y, casi sin solución de continuidad, Gustad y ved. Poco queda por decir de los experimentados hombres de trono del Señor de la Sagrada Cena, pero ayer rizaron el rizo con sus mecidas precisas, recortando el paso para conseguir en movimiento justo cuando han de hacerlo y abriendo su radio para llevarlo hasta la dulzura.

Las calles estaban repletas de público, de forma que la primera parte del recorrido de la Cena fue muy seguido. Ya bajando por la plaza Arriola para doblar hacia Atarazanas, la banda interpretó Junto a la Aurora. Huelga decir que la curva fue descrita, de nuevo, con una precisión que asombra con un trono tan monumental como el del Señor de la Cena. Hubo aplausos, muchos, a los portadores.

Detrás, la Virgen de la Paz avanzaba por Arriola siguiendo a su hijo. No iba sola, decenas de nazarenos con sus características túnicas la precedían formando un río de devoción. Con la candelería encendida, la dolorosa lucía espectacularmente bella. Las bambalinas del palio jugaban con los rayos del sol y los vivas de los malagueños premiaban la misericordia de Ella que todo lo perdona. Pasó la calle con Ros Coeli Regina Mundi y, para la curva de entrada a Atarazanas, Regina Pacis. El trono de la Virgen estrenó nueva candelería.