Diez tonos iluminaron las calles de Antequera en la noche del Viernes Santo en un día en el que tres cofradías centenarias protagonizaron el colofón a una semana de pasión en la que todas las hermandades pudieron, día tras día, realizar con éxito sus estaciones de penitencia. Además, la Paz, el Socorro y la Soledad, todas con sede canónica en la parte alta de la ciudad, desarrollaron una de las novedades más destacadas de la Semana Santa de Antequera este año: invertir el sentido del recorrido para así poder realizarlo las tres de forma consecutiva.

La primera en llegar a la plaza de San Sebastián, abarrotada de público, fue la Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Paz Coronada. El Niño Perdido, el Nazareno del Dulce Nombre, el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Paz; cuatro tronos que atesoran patrimonio casi intacto desde el siglo XVI. La cofradía estrenaba junta directiva presidida por Antonio Carrasco e integrada en su mayoría por jóvenes cofrades. La Virgen estrenó además sudario «antequerano», flores de metal en su peana y encaje en el tocado.

Mientras la Paz enfilaba el recorrido oficial, la archicofradía del Socorro se aproximaba al centro dejando atrás su paso por el mirador del Arco de los Gigantes, en el que sus titulares bendijeron la ciudad desde las alturas. La Santa Cruz en Jerusalén, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Socorro Coronada fueron los tres tronos que esta cofradía puso en la calle en un año en el que se ha volcado una vez más en restaurar la iglesia de Jesús, como confirmó su hermano mayor Antonio Ruiz.

La última en incorporarse fue la cofradía de la Virgen de la Soledad, Quinta Angustia y Santo Entierro que como novedad, volvió a poner en la calle la cruz de guía llevada sobre hombros de «hermanacos», luciendo sudario blanco dentro de un proceso de recuperación de señas de identidad de esta cofradía que desde el Carmen bajó a la parte baja de la ciudad y que está presidida por Fernando Rosales.

Tras el recorrido oficial, en el que diez tronos pasaron uno detrás de otro entre aplausos en calle Infante Don Fernando, las cofradías emprendieron su camino de regreso, mientras la Paz y el Socorro se «encontraron» en San Sebastián y la Soledad subió cuesta de los Rojas para encerrarse en la monumental iglesia del Carmen.

La Paz y el Socorro volvieron a protagonizar sus vegas, en las que miles de personas participaron de este rito declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Las empinadas cuestas fueron testigo del correr de los «hermanacos» con los tronos sobre sus hombros, para llegar a sus templos y poner el punto final a un Viernes Santo que brilló con luz propia.