Dicen que este año el asunto del reparto de los abonos que quedan libres para ver las cofradías ha sido impoluto. Que si un notario, que si un sofisticado sistema online€una maravilla todo. Pero el resultado es que la gente interesada no ha obtenido el servicio esperado. Te apuntabas pero jamás recibías confirmación de tu participación. Es decir, te inscribes al sorteo oficial pero no recibes contestación automática de que tu puesto ha sido procesado. No hay comprobante alguno de estar dentro del bombo virtual. ¿Y eso es justo? Pues seguramente sí. Pero suena raro, sobre todo, para el que no ha sido agraciado con un abono. Habrá que ver si es mejorable el sistema pero el público está mosca. Como mosca sigue la gente que conoce a fulanito con veinte o treinta abonos. Haberlos los hay. Y más de uno, de dos y de tres. Los follones turbios sobrevuelan siempre sobre el falso sótano de San Julián. Mande quien mande. Quizá habría que comenzar a plantearse profesionalizar, de verdad, el de los abonos. Aún así habrá estraperlo, pero será menos descarado.

El Mutilado ha vuelto. Y eso que nunca se fue. Ahora sale en una estampa con bordadores y diseñadores de postín su hermano mayor para presentar la saya de la Virgen que han adoptado y a la que quieren darle culto externo. Recuperar el procesionismo. Parece que es un paso previo para seguir exaltando que son lo que son y fueron lo que fueron. Y siempre con el papel viejo en la mano para justificar su existencia. La Bula papal la tienen ya trillada. Lo que no saben es que una Bula es tan fácil de eliminar como emitiendo una nueva. No vamos a entrar en análisis sobre qué Papa la emitió, en qué fechas y con qué pensamientos. El jefe de la Iglesia manda sobre todas las cosas. Pero hay Papas que piden perdón y otros que callaron e incluso apoyaron a quien tenía de todo menos bondad en su trato con el prójimo. El Mutilado sobra en una ciudad sana como Málaga. Dicen que los tajos de la talla del Señor son buenos para que las nuevas generaciones sepan lo que sucedió. Lo que no saben es que donde se ponga un libro de historia que se quite cualquier cosa.

Y de cambios sabe mucho el Cautivo. La que nació cautiva y desarmada pero con color. Y que acaba de cambiar la fisonomía de San Pablo y pasar de una Misa del Alba con una fiesta protocolaria a las puertas abiertas a la gente llana. Es una alegría leer que el ciudadano de a pie tendrá más cerca al Señor en la eucaristía temprana. Acercando la gente a las imágenes y restando los protocolos se consigue dar sentido a todo esto. Es un gran gesto propio de gente abierta que capta el concepto. Bien.