´Rendidos a tus plantas´ Así reza un cartel en la plaza de la Constitución, junto a la entrada del Pasaje Chinitas. Los hermanos de María Auxiliadora son multitud. Cada antiguo alumno del colegio de los Salesianos tiene, de una forma u otra, a María Auxiliadora presente. Es una devoción que se cuida desde pequeños. Y eso explica el comienzo de cortejo que acompaña a esta Virgen, con un numeroso grupo de niños vestidos de ángel con túnicas celestes y rosas, así como algunos que han hecho su Primera Comunión.

Profesores, alumnos y antiguos alumnos se unen esta devoción, así como muchos vecinos del Santuario que acuden diariamente a rezarle a la Virgen.

Dos largas cintas, de color celeste y rosa, colores que identifican a esta devoción, destacaban del trono, perdidas de las manos de Maria Auxiliadora y el Niño Jesús. Al final de las cintas, una medalla que eran llevadas por dos hermanas en los laterales del trono para que el público se acercara y las besara. La Virgen iba en el trono, pero esas cintas la unía con la devoción de la calle, la popular. ¿Cuántas peticiones, agradecimientos y consuelo se ha repartido con ese gesto? María Auxiliadora es la única que lo sabe, pero fueron muchos los besos.

La Banda de La Paz acompañó a María Auxiliadora en esta atípica procesión por el Centro. Marchas como ´Ros Coeli´, ´Macarena´ o ´Pasa la Virgen Macarena´ acompañaron la visita de esta devoción juvenil y alegre a la Magna de la Victoria por el Centro.

A toque de palillera. Así paso Maria Auxiliadora por Arco de la Cabeza. La estrechez de la cale era mayor en esta ocasión por un andamio, que obligó a los portadores de los varales exteriores a salirse para pasar por ese punto. El silencio se hizo en la calle y nos regaló un momento íntimo dentro de la alegría que acompaña a la Magna Victoria.