Hace poco más de un mes casi ningún aficionado del Unicaja sabía de la existencia de Álex Abrines. Sólo los habituales de los partidos del Clínicas Rincón en Torre del Mar podían dar datos de este alero de 1.97, nacido en Palma de Mallorca el 1 de agosto de 1993.

Hoy, es uno más de la pretemporada cajista y la joya más prometedora de la cantera verde, sobre todo tras proclamarse el pasado 31 de julio campeón de Europa sub´18 con la selección española y recibir el título de MVP del torneo continental.

Hijo de un ex-jugador ACB como Gabriel «Gabi» Abrines, quien pasó por equipos como Huesca, Cáceres, Gran Canaria o Fuenlabrada durante los 90, Álex apunta alto, aunque él mantiene su humildad.

«Ser MVP del Europeo está muy bien. Yo estoy muy contento y orgulloso. Pero sé que tengo mucho que trabajar. Me falta mucha formación. Lo importante es seguir siendo uno de los mejores dentro de cuatro o cinco años», afirma.

Abrines recuerda su llegada al Unicaja, el pasado verano. «Me vio Álex Pérez, un entrenador de Baleares. Le envió un vídeo a Pepe Laso y él me trajo a Málaga a un campus de tecnificación. Tenía 16 años. Me propusieron una beca y aquí sigo», recuerda.

El Unicaja, en una de las mejores acciones de los últimos años, renovó el contrato de Abrines justo antes de que explotara deportiva y mediáticamente en el Europeo. El equipo verde tiene seguro el concurso del balear hasta junio de 2013. El jugador, no obstante, quiere que su futuro esté ligado al Unicaja. «Quiero asentarme en Málaga. No quiero ir de equipo en equipo como les pasa a otros jugadores. De momento tengo dos años más, pero espero luego estar en el Unicaja muchos más años».

Abrines realizará toda la pretemporada con la primera plantilla, pero no tiene plaza segura en el equipo –al menos por ahora– y su futuro inmediato está ligado de nuevo al Clínicas Rincón de la Liga LEB Oro. «Chus me dijo tras el Europeo que haría la pretemporada entera. Creo que para mi progresión jugar en el filial es bueno, aunque mi objetivo está claro que es debutar este año en la ACB».

Abrines se declara admirador del capitán costasoleño, Berni Rodríguez. «Me gusta Berni porque ha estado toda la vida aquí, que es lo que yo quiero. También porque es un jugador muy completo», asegura.

La joven estrella de la cantera verde se define a sí mismo como «un alero tirador, con capacidad de rebote defensivo y ofensivo y buena capacidad de salto».

Su buena campaña en el Clínicas Rincón le abrió las puertas de la selección sub 18, su primera convocatoria en el ámbito internacional. «Al principio estaba muy nervioso, después gracias a entrenadores y compañeros mucho mas tranquilo. Me he sentido parte importante del equipo». Así hasta convertirse oficiosamente en el mejor jugador de Europa de su edad, un galardón que lo llevaron antes jugadores de la talla de Zoran Planinic (2000), Erazem Lorbek (2002), Sergio Rodríguez (2004), Nicolas Batum (2006), Donatas Montejiunas (2008) o Jonas Valanciunas (2010)... Casi nada.