Quizá la venda que lleva puesta el Unicaja le impida ver el futuro con algo de luz. Ahora todo es negro. Y en cierta parte es lógico. La «rachita» es larga, no hay triunfos que echarse a la boca desde hace ya más de un mes -11 de febrero en Valladolid- y no se atisba luz al final del túnel. Restan sólo 10 partidos para que finalice la Fase Regular. Y el Unicaja, por ahora, está en puesto de play off. Es séptimo, aunque este domingo tiene que visitar al Caja Laboral. La última década en la Liga ACB indica que son necesarios 18 triunfos para meterse entre los ocho mejores de la competición. Algo de esperanza e ilusión.

El Unicaja, a falta de 10 encuentros, acumula un balance de 13 triunfos y 11 derrotas. La cifra le permite estar a cinco pasitos de su objetivo. O sea, que si el conjunto que dirige Chus Mateo logra un pleno de triunfos en el Martín Carpena estará, virtualmente, clasificado para la fase final de la Liga.

En los diez últimos años, el octavo clasificado ha oscilado entre los 16 triunfos de la 2003/04 -marca mínima-, a los 19, la marca récord, que marcaron el propio Unicaja el pasado curso y el Lleida, hace justo una década. La media de estos diez cursos indica que con 17,4 triunfos en la Fase Regular da para ser octavo y entrar en la lucha por el título. Por lo tanto hay que lograr esas ansiadas 18 victorias. Se trata de ganar cinco de diez encuentros.

El Unicaja tiene ya cierta experiencia en estas lides. De hecho, en las cinco últimas campañas ha entrado en el play off en tres ocasiones siendo el octavo clasificado de la ACB. Sí, por los pelos... En 2006/07 y en la temporada siguiente finalizó en esa octava posición, y en las dos ocasiones calcó el mismo registro: 17 triunfos y 17 tropiezos. Con ese balance le bastó para meterse en la lucha por el título ACB. Dos victorias más necesitó esta última campaña, cuando también fue octavo, pero con un mejor récord: 19-15.

Esas 19 victorias se ven muy lejos ahora y quizá pudieran ser necesarias, dadas las estrecheces en la parte media de la clasificación. Y es que hay siete equipos -del quinto al undécimo- en un solo triunfo. La historia dice que con 18 habrá suficientes. Y esa cifra pasa por vencer todos los envites caseros. De aquí al final de la Liga pasarán por Málaga Alicante, Manresa, Barcelona, Fuenlabrada y Banca Cívica. A excepción del Barça, los otros cuatro enfrentamientos son ganables. Si el equipo quiere estar en play off hay que dar desde ya un paso al frente.

Lejos de casa hay dos salidas consecutivas muy complejas, a Vitoria y al Real Madrid. Después toca rendir cuentas ante un reforzado Murcia que se juega la salvación. Y más tarde a un Joventut que está en racha y a un Gescrap Bilbao que también estará en la pomada del play off.