Con la Navidad llegan los excesos. Es una situación casi ineludible en estas fechas. Se presentan comidas de empresa, familiares y celebraciones con amigos. Comer y beber en exceso, de forma desorganizada y durante muchos días consecutivos es la realidad a la que debemos enfrentarnos en estos días. Por eso, hay que tratar de no perder el norte y recordar que la salud se construye día a día.

Una de las de las claves para afrontar este descontrol es tratar de 'normalizar las comidas'. «Si sabemos que vamos a comer de más, los días en los que no tengamos compromisos familiares debemos a provechar para comer con normalidad. Platos de cuchara, verduras, fruta, no comer dulces a diario, eso ayuda a equilibrar», comenta Ana Márquez, dietista-nutricionista y directora de Nutrisana Educación. Sin embargo, los expertos advierten de que no se trata de compensar, sino de seguir manteniendo los buenos hábitos alimenticios en la medida de lo posible, siguiendo las señales de nuestro cuerpo.

Otro concepto que hay que recordar es que al sentarnos a la mesa lo hacemos con niños. Y ellos imitan lo que ven. Por ello, es importante no descuidar qué servimos y cómo lo servimos para que puedan tener, también esos días, unos hábitos saludables. Sin embargo, no hay que olvidar que la comida no sólo tiene la función de alimentarnos, sino también, la de cumplir un objetivo social. «Cuando celebramos una Nochebuena o una reunión de empresa lo hacemos no sólo por ingerir comida sino para recordar momentos, divertirnos y disfrutar. Así, es un error afrontar estos días de forma negativa. Eliminar los pensamientos tipo 'tanto comer me sentará mal', por ejemplo, no ayudará. La comida nunca debe ser un problema ni tener connotaciones negativas», afirma la experta. Quien apostilla que saber ubicar estas celebraciones en un ambiente positivo contribuye a que su disfrute sea más sano.

El problema de los excesos no sólo llega en enero con los kilos de más, sino durante la celebración de la Navidad con el malestar que se presenta tras los atracones. «Hay que comer con consciencia sabiendo qué cantidades debemos ingerir para no empacharnos. Por eso, es importante recordar que aquellos alimentos que no los digerimos bien o que sabemos que nos suelen sentar mal debemos comerlos con moderación o desecharlos. Que estén en la mesa no implica una obligación para comerlos», afirma Márquez. Eliminar de la ecuación la ansiedad ayuda a la salud. Hay que pensar que vamos a disfrutar y no saciarnos porque es lo habitual en estos días.

Trucos a la hora de sentarnos a comer

  • Nunca compenses llegando sin comer o desayunar. Eso despertará el apetito y activará la sensación de hambre. Acabaremos dándonos un atracón.
  • Participa de la elaboración del menú tratando de incluir alimentos como ensaladas y vegetales. La fruta también puedes introducirla en guarniciones y ensaladas. Será una comida más saludable.
  • A la hora de servir pon fuentes grandes de alimentos saludables como la ensalada o las verduras y no lo sirvas individualmente. Esto hará que tengas más ganas de repetir.
  • Sirve en platos pequeños los alimentos con mayor grasa como embutidos o patés. Las pequeñas porciones de alimentos más calóricos te ayudarán a bajar la ansiedad por ellos.
  • No servir individualmente las porciones ya que te comprometerá a terminar el plato. Y si lo haces hazlo con alimentos con mucho aporte en fibra que son los más saciantes.
  • Calma la sed con agua. Disfruta con el vino.
  • Come despacio. Mastica bien y de forma pausada. Te ayudará a digerir mejor los alimentos y a saciarte.