Enrique Romero cuajó una gran faena en El Borge. Arrimado al toro del micrófono, ante el que se muestra como maestro sin que importe ni el nombre ni la calidad de la ganadería, arrancó aplausos y sonrisas como padrino ideal para el XVIII Día de la Pasa. Suplantó el lema de su espacio en Canal Sur TV, «Toros para todos», por un «Pasas para todos», que terminaron por recitar hasta los premiados en esta fiesta.

El presentador recordó que sus raíces familiares, a través de sus bisabuelos, se hunden en la «maravillosa» comarca de la Axarquía. Y estuvo a punto de salir a hombros. Él o el borgeño del año, el joven periodista Ismael Fernández, a quien pidió que lo sacasen por la puerta grande, «con las dos orejas... pero el rabo no». En fin. El acto central de esta celebración gastronómica que alcanzó su mayoría de edad resultó muy divertido. Sólo el intenso calor deslució un tanto el ritmo que marcaron hasta por pasodobles los músicos locales.

«Pasas para todos», una y otra vez. Fue el cántico de una jornada que reunió, según la Policía Local, a unas 8.000 personas. El alcalde, el socialista Salvador Fernández, ejerció de anfitrión para el cortejo de premiados, entre los que hubo representantes de la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga, además del reseñado Fernández, Diario Sur -representado por el corresponsal axárquico Agustín Peláez, y Antonio Muñoz Molero, por su lucha en la difusión de la pasa moscatel autóctona.

Paco Vela, gerente de la Cooperativa San Isidro, destacó la «buena cosecha de este año». Y agregó que ya se han recolectado 100.000 kilogramos de uva -pese a que este año ha habido un retraso de unas tres semanas en el inicio de la campaña-, frente a los 60.000 que en total se recogieron la pasada temporada.

En cuanto a la pasa, sólo en esta localidad, en 2012 se produjeron 62.000 kilogramos. Una cifra que demuestra la importancia que en la economía local llega a tener este derivado de la típica uva moscatel. A las puertas de la iglesia Nuestra Señora del Rosario (siglo XVI), Toñi García, vecina de la capital costasoleña, regresaba al pueblo años más tarde. «Recuerdo que vine un año que trajeron al humorista Ángel Garó. Me gusta mucho esta fiesta», argumentó.

Pasadas las tres y media de la tarde ya estaba lista para actuar el Coro Rociero Peña de la Amistad de Frigiliana, que tomó el relevo a la agrupación municipal San Gabriel. Eduardo Ballesteros y Trinidad Roldán, que regresaron ayer al municipio axárquico desde su lugar de residencia en Rincón de la Victoria, reconocían sentirse «de maravilla», después de haber «probado las migas» y de poder disfrutar de otras delicias gastronómicas, «como la ensaladilla cateta, las chacinas o las pasas moscateles».

Un total de 35 expositores, bajo la etiqueta de Sabor a Málaga, completaban la oferta de productos autóctonos de la provincia, elaborados por artesanos llegados de todas las restantes comarcas. José Manuel Villalba, agricultor borgeño, reconocía que esta edición era muy especial por el 18 aniversario. «Cumplimos la mayoría de edad. Estamos además muy contentos porque la cosecha ha sido muy buena. La crisis de todas formas se nota y esta vez se nota que la gente consume menos. Viene con menos dinero para gastar. Pero ahí vamos tirando. Lo importante es mantener la ilusión», señalaba.

Como este campesino local, los máximos responsables políticos, con el delegado del Gobierno andaluz al frente, José Luis Ruiz Espejo, incidieron en la necesidad de reforzar el papel de productos típicos malagueños como la pasa. Una tarea que empieza con aumentar el consumo interno, dentro de las propias fronteras provinciales.