El grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Vélez Málaga ha alertado de un repunte en el número de quejas ciudadanas por la mala calidad de las aguas que la empresa pública Aqualia suministra en el casco histórico de la capital axárquica. En este sentido, el portavoz de esta formación, Miguel Ángel Sánchez, ha instado a que la propia Aqualia «descuente en los recibos del agua el ahorro que está teniendo en al explotación del servicio», en relación a la incorporación en 2016 del suministro procedente de los pozos del Molino de las Monjas y que estaría detrás del endurecimiento del caudal. El agua que aportan dichos pozos ya fue incluso objeto de una investigación por parte de la Fiscalía, en virtud de que se habrían podido vulnerar determinadas normativas vigentes en el procedimiento público. No obstante, el actual equipo de gobierno insiste en que el agua en todo el municipio cumple actualmente «con todas las garantías sanitarias». Así lo ha expresado el edil andalucista Marcelino Méndez-Trelles, como primer teniente de alcalde veleño. IU recurrió al último pleno para plantear su propuesta, que repercuta en los usuarios el ahorro que Aqualia «está teniendo en la explotación del servicio desde que en 2016 incorporó a la red de abastecimiento de la ciudad el agua de los pozos del Molino de las Monjas». La iniciativa salió adelante con el apoyo de todas las formaciones con representación municipal, pero no así un primer punto donde directamente se defendía «que se dejara directamente de suministrar este agua de los pozos, para volver a abastecer la capital de la comarca de la Axarquía con agua proveniente del pantano de la Viñuela, debidamente potabilizada en la ETAP de El Trapiche», tal y como expresó a este diario el propio Sánchez.

Para el equipo de gobierno veleño, IU pretende crear una creciente alarma social «absolutamente injustificada, porque existen informes que avalan la calidad de las aguas en el municipio veleño y más concretamente en el casco histórico». En este sentido, Méndez-Trelles instó a Sánchez a que también cuente a los vecinos que el agua de los pozos del Molino de las Monjas se mezcla, como es debido, con los recursos procedentes de la Viñuela. Los responsables técnicos de la propia empresa Aqualia califican de «dura, igual que ocurre en otros puntos de la Costa del Sol, el agua que se incorpora a la red desde el Molino de las Monjas». Pero este parámetro no impide que sea potable y que, al contrario de lo que apunta Izquierda Unida, «sea compatible con electrodomésticos y utensilios domésticos que requieren de agua para su funcionamiento». IU insistía en que los vecinos se ven obligados en numerosos casos a «limpiar a diario los filtros de los grifos para conseguir que el agua salga con una presión suficiente». Y alegaba que desde marzo no dejan de acumularse sedimentos en las tuberías de muchos hogares.