Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, la niña de cinco años que murió asesinada en 2008 en Huelva, pidió ayer a todos seguir apoyando «sin descanso; porque queda poco» a la familia de Julen. Así, reclamó que se continúe mandando «corazones solidarios porque lo necesitan», indicó.

De igual modo, valoró «el gran esfuerzo» humano y de todos los medios que se han puesto al alcance para el rescate de Julen y en unas condiciones que son «imprevisibles».

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, trasladó su solidaridad a la familia de Julen y se felicitó de la respuesta de apoyo recibida en España ante este caso. «Tiene que ser una pesadilla», subrayó el líder de los populares.