La forma de transmisión de la Covid-19 se produce mediante las gotículas que producimos al toser, estornudar o hablar, así que asegurar la distancia de seguridad es una medida básica de prevención. Así que adiós a los besos, los abrazos y ¿al sexo?

Mucho se ha hablado de las relaciones sexuales sobre la pandemia y prácticamente todos los especialistas recomiendan lo mismo. Prudencia.

En el caso de las parejas estables no sería necesario evitar las relaciones sexuales, salvo que alguno de los dos esté infectado, o haya estado expuesto a una situación de riesgo.

Otro asunto son las relaciones esporádicas o nuevas. Aquí es donde la prudencia debe guiar nuestro comportamiento evitando ciertas prácticas, como el sexo oral y las relaciones ocasionales o con personas que no conocemos.

Estas recomendaciones, junto a las medidas de distanciamiento social y el confinamiento probablemente hayan modificado el comportamiento sexual de muchos.

Pero ¿qué ha ocurrido con las infecciones de transmisión sexual durante la pandemia?

Gonorrea, sífilis, clamidia, el granuloma venéreo... Cada día más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS) en el mundo. Se trata de un problema de salud creciente a nivel global con un progresivo aumento de su incidencia.

De hecho, en España, desde inicios del año 2000 se mantiene una tendencia creciente de las infecciones gonocócicas y de sífilis.

¿Y durante el confinamiento?

Un estudio realizado por dermatólogos y otros especialistas en infecciones de transmisión sexual (ITS) de 2 centros sanitarios y 2 hospitales de Madrid y Málaga, ha analizado lo ocurrido entre el 14 marzo y el 30 de junio de 2020, y lo ha comparado con la situación de 2019.

Según recoge el estudio dado a conocer por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), las medidas de limitación de la movilidad y distanciamiento social han tenido un efecto positivo en cuanto a la disminución de la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS).

Eloy Tarín Vicente, principal autor del estudio y residente de dermatología en el Hospital Universitario de La Paz, señala que si se comparan los datos sobre ITS con el mismo periodo del año 2019, "vemos un claro descenso de consultas por cualquier causa en todos los centros y también una reducción importante en el número de ITS diagnosticadas, de hasta un 80% aproximadamente para algunos diagnósticos".

Los especialistas en venereología participantes en el estudio señalan dos causas probables del descenso de infecciones. Por un lado, la doctora Sendagorta Cudós, especialista en Dermatología en la Hospital Universitario La Paz, asegura que "lo que hemos visto es que el confinamiento fue eficaz, de cara a disminuir el contagio de las infecciones transmisibles. No solo la COVID-19, también las ITS".

Por otro lado, "probablemente, los pacientes consideraron que solo debían de acudir a una consulta ante las situaciones más graves o agudas, y evitaron solicitar ayuda médica de forma presencial ante el riesgo de contagio por SARS-CoV-2". Esto habría provocado que muchas de las infecciones de transmisión sexual no fueran diagnosticadas ni tratadas entre marzo y junio.

Aun así, es llamativo que el descenso de ITS en nuestro país no se haya producido en otros lugares de Europa con una incidencia por coronavirus realmente alta, como es el caso de Italia.

Según los datos de un estudio realizado en Milán, presentado recientemente en el Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología, se habría producido en esa ciudad un aumento de las infecciones bacterianas agudas entre el 15 de marzo y el 14 de abril, incluyendo sífilis y gonorrea, a pesar de una disminución global en el número de consultas con motivo ITS.

Edad y género de los afectados por ITS

Según este estudio descriptivo, se trataron 674 casos de ITS en 665 pacientes repartidos entre los 4 centros participantes en el estudio.

Analizados por edad, se observa que el mayor número de casos se dio entre los 20 y 40 años, (68,57%) y su distribución por género muestra que el 86,47% de las infecciones de transmisión sexual (ITS) se diagnosticó en hombres.

Las infecciones detectadas más frecuentes en el periodo de estudio fueron en primer lugar la proctitis, inflamación del recto, (36,5%), seguida por la sífilis (16%), gonorrea (13,35%) y uretritis no gonocócicas (11,285), el herpes genital (8,75%), la vulvoganitis/cervitis (8,31%) y los condilomas (4,15%).

Debido a la carga de trabajo que la detección de SARS-COV2 en pacientes provocó en los servicios microbiológicos de hospitales y centros sanitarios, sólo fue posible diagnosticar un 77% de los casos, siendo los principales microorganismos implicados Chlamydia Trachomatis (35,65%), seguida por Neisseria Gonorrhoeae (31,41%) y Treponema Pallidum (17%).

El análisis de distribución de los casos en función de las fechas de consulta muestra un claro incremento de las ITS tras el desconfinamiento, explicable por las mayores libertades y posibilidades de exposición y contagio.

Probablemente también influyera en este aumento de consultas, la mejora de la situación sanitaria en los hospitales, y la paulatina desaparición del miedo al contagio del coronavirus.

Principales infecciones de transmisión sexual

Según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, la clamidia es la enfermedad de transmisión sexual con más incidencia en nuestro país. En concreto, en el año 2018 se notificaron 13. 109 casos.

La bacteria encargada de esta infección es la Chlamydia trachomatis y se puede contraer cuando se mantienen relaciones sexuales sin preservativo con una persona que tiene la infección, a través de sexo anal, vaginal o por el sexo oral.

Es muy frecuente entre personas jóvenes o con múltiples parejas sexuales que no toman las medidas adecuadas de prevención.

Los síntomas más habituales entre las mujeres que las padecen son los cambios en el olor, color o cantidad de flujo vaginal, sangrado entre reglas o sensación de ardor al orinar.

Los hombres también pueden tener ardor al miccionar, además de secreciones del extremo del pene y dolor testicular.

Sin el tratamiento adecuado puede tener consecuencias graves para la salud. Los hombres pueden desarrollar una infección muy dolorosa en los testículos, e incluso puede causar artritis.

Una infección por clamidia en la mujer pude producir enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y embarazos ectópicos, producidos fuera del útero.

Otra de las ITS más comunes es la gonorrea, causada por una bacteria llamada Neisseria Gonorrhoeae y se contrae de la misma manera que la clamidia.

Provoca los mismos síntomas que la clamidia (escozor al orinar, dolor testicular, cambios en el flujo vaginal...), aunque muchos infectados no presentan molestias de ningún tipo

Si la gonorrea se trata a tiempo, es poco probable que ocasiones problemas de salud a largo plazo. Pero sin tratamiento las consecuencias pueden ser graves. Al igual que la clamidia, puede ocasionar enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad o embarazos fuera del útero en las mujeres, e infección de testículos, piel o articulaciones en el caso de los hombres.

La mejor prevención es el uso del preservativo.

Por último, está la sífilis, también está originada por una bacteria, treponema pallidum, y que se transmite de la misma forma que las Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS) ya vistas.

Los síntomas de esta infección son iguales en hombres y mujeres, y consta de 4 etapas:

? Sífilis primaria: Aparición de una úlcera no dolorosa en aquella parte del cuerpo que ha estado en contacto con la bacteria, generalmente de 2-3 semanas después de tener relaciones sexuales con una persona infectada. La infección se transmite a la pareja sexual a través del contacto con estas úlceras.

? Sífilis secundaria: Si no se realiza tratamiento, la enfermedad progresa a esta fase debido a la proliferación de bacterias en la sangre. Suele producirse de 3-6 semanas después de la aparición de la úlcera de la sífilis primaria. Sus síntomas incluyen erupción cutánea, que a menudo afecta a las palmas de las manos y plantas de los pies, inflamación localizada en la zona genital, manchas blancas en la boca y glándulas inflamadas.

Sin tratamiento, estas erupciones desaparecen tras varias semanas, aunque la enfermedad no. Sigue en el organismo del paciente y progresa a la siguiente fase.

? Sífilis latente: Cuando los síntomas de la sífilis secundaria han desaparecido, es posible que no se produzcan síntomas durante varios años, pero la infección está presente y puede detectarse a través de una analítica de sangre.

? Sífilis terciaria: Aproximadamente 1 de cada 10 personas con sífilis no tratada desarrollará graves problemas neurológicos, osteoarticulares o cardíacos, muchos años después de la infección.

De nuevo el preservativo es la mejor forma de prevención de la sífilis, aunque lo recomendable es que nos abstengamos de mantener relaciones sexuales en caso de saber que estamos infectados.

¡Y cuidado! El haber tenido y superado cualquiera de estas infecciones en el pasado no evita volver a contraerla de nuevo.