La alcaldesa, Ana Mula, ha entregado las llaves del primer piso de titularidad municipal que va a ser compartido por dos mayores de Fuengirola.

Se trata de Joaquina y María Esther, dos fuengiroleñas que a partir de ahora compartirán este piso municipal con capacidad para dos personas y cuenta con dos dormitorios, baño, cocina y salón.

La iniciativa responde a un servicio pionero en la provincia por el cual el Ayuntamiento de Fuengirola ofrece pisos a personas mayores con escasos recursos para que puedan convivir en un inmueble digno.

"Hoy es un día muy especial para mi equipo de gobierno porque hemos puesto en marcha un proyecto que surgió después de atender a una persona con unas circunstancias similares a las de Joaquina y María Esther, con una pensión no contributiva", ha recordado Ana Mula, quien ha explicado que "esa señora no podía asumir el alquiler de ninguna vivienda en Fuengirola debido a que apenas tenía ingresos".

Este hecho, les hizo reflexionar sobre la posibilidad de poner en marcha un proyecto que permitiese al Ayuntamiento poner a disposición de personas con una pensión no contributiva viviendas de titularidad municipal para que pudiesen compartirlas.

"Comenzamos a preparar ese reglamento que aprobamos en pleno, que ya está en vigor y que ha permitido que hoy sea una realidad esta entrega de llaves a dos personas mayores de nuestra ciudad. Ahora solo espero que pronto podamos poner en marcha el otro proyecto que tenemos en la calle Salvador Rodríguez Navas y en el que hemos dedicado una planta a este fin, para que personas mayores puedan compartir una vivienda que contará con un total de doce plazas", ha explicado la alcaldesa durante la entrega de llaves.

Alojamientos alternativos

La fórmula de viviendas compartidas para mayores se planteó ante la necesidad de un alojamiento alternativo para estas personas. Las viviendas compartidas son alojamientos en los que un grupo de personas, preferentemente mayores o personas con discapacidad con un grado de independencia personal, eligen vivir en régimen de autonomía, aunque bajo la tutela y/o asistencia técnica de una entidad pública, en este caso del Ayuntamiento.

En especial, los alojamientos compartidos están concebidos para aquellas personas mayores de 60 años que lo precisen y cuyo perfil y características se reflejan en el reglamento.

Cada usuario contará con una habitación individual o compartida en el caso de parejas. Eso sí, tanto el salón, como los baños o la cocina son considerados zonas comunes, por lo que deberán compartir esos espacios con el resto de compañeros. Además, si es necesario, el Servicio de Ayuda a Domicilio se encargará de las labores generales de limpieza de las viviendas.

Los beneficiarios de este programa deben ser mayores de 60 años, mientras que los menores podrán acceder a una plaza cuando tengan una relación de matrimonio o similar, o de parentesco hasta el segundo grado, con otro/a solicitante de 60 o más años; ser jubilado o prejubilado, o tener reconocida una discapacidad que le permita realizar las actividades básicas de la vida diaria de forma independiente; ser natural o llevar empadronado tres años antes de presentar la solicitud, según lo establecido en el reglamento.

A cambio, pagarán una mensualidad de hasta un 25% de la pensión que reciban en la que estará incluida la luz, el agua y la comunidad.

Tanto María Esther como Joaquina han querido mostrar su agradecimiento por esta iniciativa municipal. "Estoy segura de que van a llevar una vida fantástica aquí, en su casa, y que todos esos mayores que van a poder compartir la otra vivienda que estamos preparando, podrán vivir tranquilos y seguros. Éste es nuestro objetivo", ha concluido Ana Mula.