Torremolinos ha aprobado sus primeros presupuestos municipales desde el año 2017. En mitad de la crisis del coronavirus, con la polémica de si debía ser presencial o no, el Ayuntamiento ha aprobado de manera inicial sus presupuestos para 2020 con el voto a favor de PSOE, la confluencia de Podemos e Izquierda Unida, y los concejales no adscritos Nicolás de Miguel y Lucía Cuín, la abstención de Ciudadanos y Por Mi Pueblo y el voto en contra del PP y Vox.

Al pleno han asistido de manera presencial el alcalde, José Ortiz, todos los ediles del PSOE salvo Antonio Ruiz, que lo ha hecho de manera telemática, todos los ediles de Adelante Torremolinos, más los ediles no adscritos Lucía Cuín (exedil de Vox) y Nicolás de Miguel (exedil de Cs), que se han repartido entre los asientos destinados al público para guardar la distancia de seguridad frente al coronavirus, mientras que los ediles de PP (salvo Luis Rodríguez, hospitalizado por coronavirus), Cs, Por Mi Pueblo y Vox, han asistido de manera telemática.

Sea como fuere, unos y otros han coincidido en que el Consistorio debe concentrar todos sus recursos en contribuir a superar la crisis del coronavirus.

El alcalde de Torremolinos, José Ortiz, ha afirmado que los presupuestos se hicieron pensando en otro contexto, en el de un Torremolinos que debía afrontar aún grandes deudas, pero también grandes retos. "Contamos con la confianza de los turistas y del sector empresarial para poder seguir reflotando al municipio líder de la Costa del Sol en llegada de visitantes, potenciando nuestra oferta, nuestra calidad y nuestros recursos. Queremos seguir evolucionando como municipio, construyendo nuevos espacios del que se beneficien nuestros vecinos, pero ahora es el momento de luchar juntos ante un enemigo común y potenciar cualquier apoyo que pueda servir de ayuda a quienes sufren las consecuencias de este virus, tanto en lo sanitario como en lo económico", ha manifestado Ortiz.

Con esta aprobación se ha dado luz verde de forma inicial a unas cuentas que prevén unos ingresos de 90,1 millones de euros y un total consolidado de 101,8 millones de euros, frente a los 90,3 millones y 93,2 millones consolidados del presupuesto prorrogado de 2017. Esto supone un moderado crecimiento de más de un 9% para 2020, según ha explicado la portavoz del equipo de Gobierno y edil de Hacienda, Maribel Tocón.

La edil de Hacienda ha afirmado que ahora el Consistorio dispondrá de una línea de subvenciones de 500.000 euros, negociará con el Patronato de Recaudación Provincial la ampliación del plazo de pago del IBI para los vecinos, así como el aplazamiento del pago del recibo del agua y basura para así beneficiar de forma inmediata a los ciudadanos y empresarios que han tenido que cerrar sus negocios o haber cesado su actividad laboral. Asimismo, se aplicará de oficio la exención de pago de la vía pública para los negocios que han visto paralizada su actividad.

"Torremolinos no puede frenarse pese a las circunstancias actuales, por lo que este Presupuesto actualizado nos permitirá enfrentarnos a unos problemas que ya padecemos y a los futuros. Este presupuesto -dijo Tocón- es la herramienta que nos permitirá incrementar la capacidad de gasto social y dar respuesta sin esperar a tener que valorar las consecuencias de la actual crisis".

La titular de Hacienda ha señalado que estos Presupuestos pretenden incrementar la dotación económica en el ámbito alimentario, así como adquisición de material necesario para la prestación de servicios esenciales, tales como la seguridad y limpieza. Además, se van a intensificar las tareas de higienización, desinfección y limpieza de espacios públicos sin demora, gracias al aumento del gasto en estas partidas.

Rechazo del PP

La portavoz del grupo municipal del PP, Margarita del Cid, ha agradecido el esfuerzo del Consistorio por facilitar la presencia telemática de los ediles pero argumentó su voto negativo al afirmar que los presupuestos se han redactado para un escenario totalmente distinto al que está viviendo Torremolinos en mitad de una pandemia sin precedentes.

Por ello, Del Cid ha añadido una serie de batería de medidas que cambiarían el sentido del voto del PP si el equipo de gobierno las tuviera en consideración.

Del Cid rechazó las previsiones de ingresos pues están sujetas a la reciente aprobación del Plan General de Ordenación Urbana cuyas estimaciones reducirá a la baja el coronavirus, según el PP.

Frente a ello, según Margarita del Cid, los presupuestos tienen un claro afán recaudatorio ya que contemplan un incremento de los ingresos por la extensión de la zona azul por diferentes zonas de Torremolinos de 500.000 en 2019 a 2,7 millones de euros en 2020, dejando los gastos de implantación y gestión a cargo de la empresa Samset. Además, según el PP, se prevé unos ingresos por multas de 4,6 millones de euros.

El PP echa en falta también la ampliación de los beneficios de la subvención del IBI a todos los empadronados del municipio y denuncia que "el Consistorio ha dejado de pagar en 2019 cinco millones de euros a la Seguridad Social de los trabajadores municipales, pero destina 612.000 euros a cargos de confianza en unos momentos de crisis".

El PP ha criticado que el Consistorio no haya utilizado el fondo de contingencia para casos de emergencias, dotado con 426.000 euros en 2019 para hacer frente al coronavirus y haber dejado la aprobación de los presupuestos para un análisis mayor.

La portavoz del PP ha solicitado al reducción de los impuestos municipales, IBI, IAE, IVTM, ICIO, de la tasa de basura industrial para todos aquellos sectores de hostelería y comercio que permanezcan cerrados durante este periodo de estado de alarma; el aplazamiento de las tasas de los comercios que se encuentren afectados como pueden ser la tasa de vía pública, terraza o mercadillo; la convocatoria de subvenciones y ayudas al pequeño y mediano comercio y a la hostelería donde puedan verse comprometidos los puestos de trabajo en los últimos meses y para los autónomos que tengan de dejar de ejercer su actividad por el cnofinamiento.

Asimismo, ha pedido que no se suspendan los pagos a las empresas contratadas por el Ayuntamiento, siempre y cuando dichas empresas acrediten la permanencia de la plantilla y que no se haya modificado ninguna condición laboral hasta que dure la actual situación.