Debate sobre el océano

La UNESCO propone vigilancia permanente para combatir la contaminación marina

Los vertidos afectan al ecosistema marino y su función de regulador del clima, y de ofrecer alimentación, protección costera, empleo, turismo y bienestar

Contaminación en Playa Azul (Costa Rica) en una imagen de archivo.

Contaminación en Playa Azul (Costa Rica) en una imagen de archivo. / EFE

Glòria Ayuso

A cada momento se están produciendo vertidos al mar en distintos lugares del mundo, algunos mucho más agresivos que otros. Cómo combatir el grave problema de la contaminación marina es el aspecto que aborda el primer de los diez libros blancos que la comunidad científica está elaborando para marcar la estrategia a seguir a escala global para proteger el océano, y que se presentarán en abril en la Conferencia de la Década de los Océanos en Barcelona.

La polución en el mar se produce principalmente por productos químicos, petróleo, vertidos y contaminantes biológicos. Afecta al ecosistema marino y a sus funciones, esenciales para la regulación del clima, la alimentación, la protección costera, el empleo, el turismo y el ocio, y el bienestar de la humanidad. La contaminación también afecta a la propia capacidad del ecosistema marino de resistir frente a otros dos grandes problemas que sufre, como son la sobreexplotación y el cambio climático.

Falta de datos

“Tenemos acceso a datos limitados sobre contaminación” y sobre todo “sobre el impacto que produce”, ha explicado esta semana Rosemary Rayfuse, coordinadora junto a Vanessa Hatje del equipo de 50 expertos que elaboran el libro blanco, durante la presentación del borrador en un acto abierto a la discusión de toda la comunidad, previo a su aprobación en Barcelona. 

Límites más bajos

Frente al gran desconocimiento sobre la contaminación marina, sus fuentes e impactos, el informe indica que hay que crear una red de lugares dedicados de forma permanente al monitoreo; establecer protocolos estrictos y límites de detección más bajosaumentar la vigilancia especialmente en el sur global; y armonizar y compartir los datos

También señala la urgente necesidad de considerar la relación entre la actividad en tierra y sus efectos sobre el mar. Uno de los retos marcados es implementar políticas de gestión de residuos en todas las áreas, algo crucial para prevenir la entrada de contaminantes en los océanos. El documento detecta además que hay que desarrollar tecnologías para rastrear fuentes de contaminantes, su distribución y transferencia a través de los ecosistemas.

Para el equipo de expertos, es fundamental abordar la contaminación marina en un marco estratégico global que incluya objetivos y un control de la aplicación de las medidas, incluyendo la implementación de políticas y la financiación necesaria. 

Pasar a la acción

Desde hace más de un año, más de 150 expertos trabajan en la elaboración de una estrategia para preservar el océano que se plasmará en los diez libros blancos que quieren responder a los principales retos, que se interrelacionan entre ellos: la contaminación marina; la protección del ecosistema; el cambio climático; la economía oceánica sostenible; los alimentos azules sostenibles; la construcción de comunidades resilientes; observaciones, satos y Sistemas de Pronóstico y Alerta Temprana ante desastres; desarrollo de capacidades, alfabetización oceánica y conocimiento indígena y local; y patrimonio cultural

“Queremos realmente implementar el contenido de estos libros blancos”, afirma la coordinadora adjunta de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCOAlison Clausen, que lidera este trabajo para la Conferencia del Decenio de los Océanos. Esta cita, que tendrá lugar del 8 al 12 de abril en Barcelona, servirá para marcar esta estrategia a seguir a escala global en torno a los océanos, su preservación, el desarrollo de una actividad económica sostenible y la emergencia climática de aquí a 2030.