Un año intenso y satisfactorio. El Museo Carmen Thyssen de Málaga culmina sus primeros 365 días de vida el próximo domingo con récord de visitantes y la puesta en marcha de numerosos proyectos. Su directora artística hace balance en esta entrevista y analiza sus nuevas prioridades.

Alrededor de 210.000 visitantes, numerosas actividades a lo largo de este primer aniversario y con los preparativos de la primera muestra temporal de este 2012. Un año intenso, ¿no?

Ha sido un año muy positivo, de mucho trabajo, aprendizaje. Creo que ahora mismo es muy intenso, pero cuando echemos la vista atrás veremos que ha sido muy enriquecedor. El primer año de un Museo es complejo, porque hay ciertas dinámicas que no están establecidas y hay que ponerlas en marcha. Por otro, el Museo ha levantado unas expectativas muy grandes en la ciudad que hay que cumplirlas. Por supuesto, son normales por el apellido que lleva, por la colección y por la rehabilitación de la zona, pero también es verdad que un año de vida para un museo no es nada.

Como directora artística, ¿qué líneas de actuación se ha planteado a partir del 25 de marzo?

A nivel artístico, tengo proyectos y luego el Patronato del Museo es el que se encarga de aprobarlos. Desde el terreno educativo, nuestra intención es ir confeccionando actividades para llegar al mayor número de públicos posible, no por tener en cuenta las estadísticas, sino por alcanzar a un amplio espectro de población; que sea un espacio cercano y de enriquecimiento para la población.

Sin embargo, la crisis económica está ahí y aunque, a los museos en general, no ha afectado al número de visitantes, sí en los presupuestos. ¿Cómo se las ingenia para mantener la calidad en un equipamiento de estas características? ¿Qué partida económica maneja para este año?

El Museo se nutre de ciertas cuestiones, como la tienda, la venta de entradas, el alquiler de ciertos espacios del edificio, como el auditorio, el salón noble y el patio. También tenemos el programa de Amigos del Museo, que es otra ayuda y casi una forma de mecenazgo, aunque también se les da facilidades y ventajas. Todo esto ayuda al mantenimiento del Museo. Luego, otra parte proviene del Ayuntamiento, con el que existe un compromiso de mantenimiento. Para este año contamos con un presupuesto en torno a los 4,5 millones de euros, de los que el Consistorio aporta alrededor de 2,1 millones. Por otra parte, la tienda está funcionando bastante, bastante bien. Creo que tiene que ver con varios aspectos, que da directamente a la calle, que es un espacio luminoso que te hace sentir bien y luego los objetos que se venden son maravillosos. Hasta ahora hemos dependido de productos que ya venían preparados desde el Thyssen de Madrid. A partir de ahora estamos ya generando productos sobre nuestra colección permanente.

La baronesa ya dijo en su momento que la crisis obligaba a recurrir a producciones propias con fondos de su colección. Pero, ¿se ha planteado la posibilidad de que muestras temporales del Thyssen de Madrid viajen a Málaga como otra fórmula expositiva?

Ahora mismo no hay algo cerrado, pero sí es un tema que está en la mente de los miembros del Patronato y con el tiempo se irá contando. Es una puerta abierta.

¿Y la colección permanente experimentará cambios con la incorporación de piezas nuevas?

De momento, no. Percibimos en las estadísticas que el público tiene mucha necesidad de conocer la colección permanente y creo que debe pasar un tiempo, además de que tenemos otras prioridades.

¿Cuáles son esas prioridades?

Estamos ahora abducidos por el montaje de esta nueva exposición temporal, que también cuenta con su catálogo, sus textos y su desarrollo argumental. Y a la vez, estamos trabajando de forma paralela con el catálogo de la permanente, que es un proyecto importante y se realizará tal y como está ahora la colección. Por eso, no se entenderían esos cambios.

Las colaboraciones con otros museos será otro de los objetivos. ¿Llevará a cabo la estrategia que usted puso en marcha en la Fundación Picasso de exportar sus colecciones a otras ciudades?

Existirán colaboraciones y habrá préstamos a otros museos, pero no a la manera de la Casa Natal, porque la idiosincrasia del edificio y la colección es otra y allí esa fórmula es más posible. Aquí ya tenemos peticiones de otros museos, algunos muy importantes, pero más que generar una colección que se exporte, serán obras puntuales. Además, es un deseo de la baronesa. A ella le gusta prestar y colaborar con otras instituciones. Pero esa fórmula de la Casa Natal no se contempla aquí, porque es otro tipo de museo y de institución.

¿Se plantea el Museo nuevas adquisiciones?

La mecenas es Carmen Thyssen; el Museo está cerrado con las piezas que tiene. Se considera una colección cerrada y el préstamo es de 232 obras a quince años. Y son las que son.

¿Alguna asignatura pendiente?

Todo lo que hagamos es poco, pero el Museo tiene que llevar su ritmo.

¿Para este 2012 maneja la misma cifra de visitantes?

Esperamos cumplir las expectativas de este primer año y superarlas, por supuesto.

Después de «Paraísos y Paisajes» vendrá Luca della Robbia. ¿Habrá alguna otra novedad?

Estamos trabajando en otro proyecto, que puede que coincida con la fecha de inauguración de la exposición sobre Della Robbia.

¿Qué opina la baronesa de este primer año de vida de la pinacoteca?

La baronesa está encantada con este Museo, con la ciudad. Le parece un Museo precioso, lo dice siempre que viene. Se siente muy feliz y muy bien acogida. Siempre viene satisfecha y contenta.

Y usted el próximo junio celebrará su primer año como directora artística. ¿Cómo está?

Estoy muy contenta y cada día más. Al principio, pues son muchas cosas nuevas, el cambio de veinte años de la Fundación Picasso también pesa. Representa un desarrollo personal y humano y aprendo todos los días.