El actor Rafael Álvarez "El Brujo" ha asegurado que "el arte unifica a los seres humanos y va a lo que es esencial, no a lo que los diferencia", y ha añadido que al conocer el Evangelio de San Juan ha visto "que su belleza y profundidad está por encima de que una persona sea creyente o no".

"El arte, si es auténtico, ya es todo. Los antiguos concebían el arte y la filosofía como técnicas para acceder a la verdad, a la belleza y a la bondad", ha afirmado en rueda de prensa "El Brujo", que presenta su montaje sobre el Evangelio de San Juan el miércoles en la Catedral de Málaga.

Quedó "fascinado por la belleza" de este texto cuando decidió retirarse "ocho o diez días" al monasterio de Silos y renovarse "leyendo, paseando por el campo y oyendo a los pájaros y el canto gregoriano de los monjes".

"Me hice amigo de los monjes y me invitaron a comer con ellos y a hacer vida monacal esos días, y yo les hacía teatro por la noche a cambio de la comida y el buen vino que hay en el monasterio".

En aquel retiro se "refugió" en la biblioteca y leyó "a los místicos de la Edad Media, el Meister Eckhart, Suso, Taulero o Silesius, que son muy poéticos y profundos y que expresan la vida interior del espíritu con un refinamiento increíble".

"Se lo conté al abad, y él me dijo que me fuera a las fuentes, los Evangelios. Los leí sin prejuicios, que pueden ser de un signo o de otro, de una persona profundamente católica o de una persona profundamente no católica", ha señalado.

Descubrió "la enorme riqueza de imágenes, la profunda poesía, el expresionismo abstracto, una síntesis en la forma de narrar que es casi telegráfica, una visión a veces cinematográfica en la exposición de los relatos y una gran profundidad en cuanto a la filosofía, el conocimiento y las conexiones con el pensamiento antiguo".

Al representar su montaje en la Catedral, desea que nadie se sienta "separado, mal o a la expectativa" para ver cómo él lo cuenta, porque "evidentemente" es "un cómico" y espera "que se rían, aunque estén dentro de la Catedral".