La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo renueva hoy su junta directiva. Con la toma de posesión de los nuevos cargos, en un acto que tendrá lugar en la Sociedad Económica de Amigos del País (19.30 horas), se abre una nueva etapa para esta insigne institución nacida en 1849 y cuyo principal objetivo, que es la difusión y el fomento de las Bellas Artes, poco, o nada, ha cambiado con los años. Lo que sí ha cambiado es el mapa cultural de la ciudad en la que desarrolla sus actividades. Así, uno de retos de futuro de San Telmo es vigilar y exigir «el rigor en los planeamientos» de este desarrollo cultural, según explica su presidente, el abogado, artista y coleccionista José Manuel Cabra de Luna.

«Estoy convencido de que en Málaga se está produciendo una profunda renovación del concepto de ciudad. Una renovación que se quiere que venga de mano de la cultura, entendida ésta como infraestructura. Nuestro papel será aportar la reflexión para que todo el desarrollo cultural de la ciudad cuente con un fundamento, una solidez intelectual y un rigor cultural. En este sentido creo que tenemos mucho que decir. Y reclamamos poder decirlo», sostiene.

Junto a Cabra de Luna, la nueva directiva se completa con Rosario Camacho Martínez, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Málaga; el arquitecto Ángel Asenjo Díaz; el escritor y diplomático Francisco Javier Carrillo Montesinos; Marion Reder Gadow, catedrática de Historia Moderna de la UMA; Elías de Mateo, doctor en Historia y actual responsable de los museos Revello de Toro y del Patrimonio Municipal; la historiadora María Pepa Lara y el arquitecto Javier Boned Purkiss. «Es un equipo excepcional. Muy potente y que tiene mucha ilusión por hacer cosas, sabiendo que las cosas se hacen haciéndolas», dice Cabra de Luna.

Con la reciente irrupción del Pompidou, la Colección del Museo Ruso y el Thyssen, Málaga se ha convertido en un referente ineludible, una voluntad que, como recuerda Cabra de Luna, venía planteándose desde hace años. «Málaga era una ciudad que se quería una ciudad cultural. Las ciudades se piensan. No son una continua improvisación. Hay estrategias de ciudad. Lo que está ocurriendo ahora en Málaga es el fruto de una buena estrategia de ciudad», destaca el presidente de San Telmo, que confiesa que la figura de Picasso tendría que ganar en presencia en este despegue cultural malagueño.