Concha Velasco cerró anoche con la estatuilla del premio Málaga de Teatro en la mano el 36 Festival de Teatro, una edición que ha cosechado el mejor dato de asistencia de su historia. En un emotivo acto tras la tercera función de El funeral, la malagueña ganadora de un Goya Adelfa Calvo entregó a la Goyaactriz, instituido este año por un encuentro escénico que muestra cifras de récord. 34.014 espectadores acudieron a las 91 funciones de 43 obras programadas en los teatros municipales malagueños, un dato que es un 53,4 % mayor que el del 35 Festival de Teatro de Málaga, que recibió a 22.167 asistentes, y un 31,2 % superior al del 31 Festival, el que ostentaba la anterior marca con 25.930 personas.

El público ha apoyado con su presencia tanto los grandes montajes en gira que se han exhibido en Málaga entre el 6 de enero y ayer 13 de febrero como los siete estrenos absolutos de esta convocatoria. Uno de ellos, el celebradísimo Espejismo de El Espejo Negro, regresará en junio a las tablas del Teatro Echegaray. Mañana salen a la venta las entradas para las funciones del viernes 28 y sábado 29 de junio, en una nueva oportunidad para quienes se quedaron sin boletos para ver el carrusel de imaginación del Espejismo de Ángel Calvente durante el Festival.

Varias obras agotaron todo el papel. La comedia-thriller ¿Quién es el señor Schmitt?, protagonizada por Javier Gutiérrez, llenó sus dos funciones, y también se ocuparon todas las butacas del Teatro Cervantes en el único pase del Juntos de Kiti Mánver y Gorka Oxoa, para las cinco sesiones del Carmina Burana revisado por La Fura dels Baus y con el barítono malagueño Antonio Torres en el elenco, para ver a Juan Echanove transmutado en Mark Rothko en Rojo, y para tres de los seis divertidos entierros de La Cubana en Adiós Arturo. El Cervantes presentó un lleno técnico (es decir, más del 90 % de asistencia, con solo algunos de los bancos de Paraíso sin ocupar) en el resto de pases de Adiós Arturo, para las tres funciones de El funeral, en el duelo filosófico entre Josep Maria Flotats y Pere Ponce de Voltaire / Rousseau y en la segunda velada de Rafael Álvarez 'El Brujo' con su monólogo La luz oscura.

Los datos relativos constatan el buen comportamiento en taquilla de la mayoría de las 43 propuestas del 36 Festival de Teatro. La tasa media de ocupación se disparó hasta el 79,3 %. Ligeramente por debajo de esta cifra se colocó el desgarrador canto de amor póstumo de Señora de rojo sobre fondo gris con el que José Sacristán emocionó a más de 1.500 personas entre sus dos pases (76 % de ocupación). También rozó las tres cuartas partes del aforo del Teatro Cervantes La vuelta de Nora, en la que Andrés Lima dirigía a Aitana Sánchez-Gijón y Roberto Enríquez entre otros. La siguiente pieza en cuanto a recepción del público fueron el Moby Dick de José María Pou que abrió el Festival con el 55 % de las plazas vendidas, un notable dato considerando que la primera función fue el 6 de enero, una fecha poco habitual en la programación del Teatro Cervantes. Asimismo, El rey Lear de Atalaya y la alabadísima pirueta escénica de Lehman Trilogy también rebasaron la mitad del aforo, y el segundo monólogo de José Luis Gómez y el Teatro de La Abadía, Unamuno: venceréis pero no convenceréis, bordeó esa cifra.

De los 34.014 espectadores, 28.433 vieron alguna de las obras programadas en el Teatro Cervantes, 4.801 acudieron al Teatro Echegaray, 634 llenaron las 15 funciones de Hambre en el Museo del Vino y 96 y 50 respectivamente agotaron las entradas de Chaquetera en los Camerinos del Cervantes y de Macho: crónicas de identidad perdida en el salón Rossini.