Luis Antonio de Villena. Este narrador, ensayista y poeta español está considerado como uno de los autores literarios contemporáneos más reconocidos en España. Con una gran sensibilidad abordando sus trabajos, tiene a sus espaldas decenas de obras en prosa, novelas y ensayos. Hoy visitará Málaga para deleitarla con una lectura de sus prosas dentro de la quinta edición de La Noche de los Libros celebrada en La Térmica.

Novelas, ensayos, memorias, pero siempre terminas escogiendo a la poesía. ¿Qué tiene este género para que te atraiga tanto?

Tan sencillo como porque la poesía es la esencia de la literatura, es su fuerza y de ahí mi atracción. Es el embrión de este arte, donde se da la mayor cantidad de contenido estrictamente literario. Su influencia es tal que incluso las novelas tienen componentes líricos.

Comenzaste con diecinueve años publicando tu primera obra, Sublime Solarium y has pasado por decenas de creaciones más hasta llegar al día doy. Siempre hay alguna preferida, ¿cuál es la tuya?

Los autores tenemos la tendencia de sentirnos más cercanos a lo último que creamos. En estos momentos, tengo entre mis preferidas a una obra en la que vuelvo a trabajar, Imágenes en fuga de esplendor y tristeza. Este libro que fue uno de los primeros en incorporar fotos a los poemas, los cuales sólo se podían entender observando la imagen.

Eres uno de los autores más reconocidos en España, sobre todo en la literatura homosexual, algo que abordas tanto en tus poemas como novelas.

Y eso es un orgullo. Entré en este tema levemente a partir de mi segunda obra, pero fue con Hymnica donde ya empecé a hacer una poesía donde el referente era masculino y no evitaba ponerlo. Y he seguido publicando sobre ello, no por hablar sino por incorporarlo con todo lo demás. Es poesía donde se habla de la vida homosexual pero mezclado a todo lo demás.

Comenzaste a escribir muy joven, viviste los años del franquismo, los posteriores, la movida madrileña, la Costa del Sol. Has podido ver la España de antes y la de ahora. ¿Cómo la ves en estos momentos?

La veo mal, llena de conflictos que no se solucionan y un ámbito cultural desgastado. Estamos viviendo una crisis muy grande donde la sociedad está sufriendo un déficit cultural inmenso. Y para solucionar esto, ninguno de los gobiernos que hemos tenido está haciendo nada. La cultura es el espíritu de un pueblo y si se la quitas, no sólo se vuelve ignorante sino cada vez peor educado.

¿Es necesaria la afición a la literatura para despertar a la sociedad actual?

Sería esencial, ya que en ella se está continuamente manejando no sólo sentimientos, sino ideas. Por lo que en el momento que leemos, la mente empieza a trabajar, se acostumbra a pensar y ahí tu nivel como persona también crece enormemente.

Todas tus obras han sido muy bien recibidas por los lectores, pero con Mamá fue especial. ¿Cómo es ese amor materno filial que reflejas?

Es un amor que puede ser enorme, pero que también hace daño involuntariamente. Esa mezcla se analiza mediante la vida de mi madre y mi relación con ella.

Este año tienes nueva obra, El exilio del rey. En ella, vuelves a tomar contacto Anibal Turena, un personaje que has abordado varias veces en otros relatos. ¿Por qué vuelves a él de nuevo?

Quizás se ha convertido en mi otro yo, como si tuviera mucho de mi y de un yo que podría haber sido. Desde 1980 que es cuando aparece siempre ha rondado por mi cabeza.