"La idea era hacer canciones como para ese tipo de musicales de los años 50 y 60. Al final, como mandan las canciones y escribimos desde un lugar muy honesto, salieron 11 canciones como 11 pequeñas películas". Así explica Leonor Watling la génesis y el resultado de Technicolor, el nuevo trabajo de Marlango (el álter ego musical que capitanea con Alejandro Pelayo), que presenta hoy en el Teatro Cervantes.

Cada una de las canciones se aproxima a la banda sonora de una película que jamás fue filmada, un homenaje a esa sonoridad que tienen las canciones de los largometrajes por encima de las épocas. Pero, siempre, muy apegado a las entrañas de Leonor y Alejandro: «Por muchos planes que hagamos, y mira que lo intentamos, al final la composición es para nosotros una manera de curarnos y enfrentarnos a la vida, por lo que siempre acaba yendo a un sitio honesto y cortado a medida. No levantamos banderas ni somos de ningún estilo en concreto», asegura la vocalista y también actriz.

Después de unos primeros discos cantados en inglés, ahora Marlango están asentados en el español como idioma principal y absoluto; pero también como idioma musical: dice Pelayo que Technicolor es un disco «muy español». Asiente Watling: «Refleja la música española que siempre hemos escuchado: Radio Futura, Golpes Bajos, las coplas... Grabar Ay, pena, penita, pena nos abrió un camino».

En cualquier caso persiste la esencia de Marlango, la de ese pop elegante y bien medido, muy visual y evocador, perfecto para teatros como el Cervantes.