Verano de 2013, campamento cristiano La Brújula. María y Susana son dos adolescentes que se comprenden sin juzgarse. Ése es el mensaje que los directores Javier Ambrossi y Javier Calvo quisieron transmitir cuando escribieron La llamada. El respeto y la comprensión son los pilares de un musical que tiene como protagonistas a dos chicas que no ven lo diferente como un enemigo sino como una oportunidad de aprender y crecer juntas. También fue la obra que catapultó a la fama a Ambrossi y Calvo, Los Javis, entonces actores cuyos teléfonos no sonaban y ahora referentes sociales y artísticos para una generación gracias a La llamada, las tres temporadas de la serie Paquita Salas y su participación como profesores de Interpretación en Operación Triunfo. Ambos presentaron ayer, junto a parte de su elenco, la visita del musical al Teatro Cervantes, siete funciones únicas del 9 al 14 de julio.

Mucho ha llovido desde que Javier Calvo recibiera la oportunidad de su vida: el director del Teatro Lara leyó La llamada y quiso que se representara en el hall, dos días a la semana. Poco a poco, función a función, se fue consolidando; el boca-oreja obró el milagro y el musical, pequeño en su concepción, es ahora casi una marca registrada: ha sido adaptado al cine, por los propios Calvo y Ambrossi, y ahora es una producción duplicada: sigue haciendo temporada en el Teatro Lara (con la malagueña extriunfita Marta Sango recién fichada), otra sale de gira, llegando a lugares como nuestra capital.

Los directores aún recuerdan cuando el musical se estrenó en Málaga, en el lejano año 2013: «Es la segunda vez que La Llamada visita esta ciudad. El de Málaga fue uno de los espectáculos en el que mejor lo pasamos y siempre tendremos un lugar en el corazón para la ciudad», nos dicen.

Oportunidad

Todo viene de la oportunidad del director del Teatro Lara. Y Los Javis no lo olvidan: «Lo que intentamos es devolverle a la vida la suerte que hemos tenido e intentar que otras personas tengan la oportunidad que hemos tenido nosotros», comenta Calvo. Y lo hacen brindándoles papeles importantes en su función a jóvenes talentos en los que confían: en La Llamada que está de gira participan dos concursantes de Operación Triunfo, Nerea Rodríguez y Raoul Vázquez. El musical está viviendo una segunda juventud gracias a este elenco que hace, asegura Ambrossi, que un espectáculo que empezó como algo pequeño se acerque cada vez más al estilo Broadway, clásico y más espectacular. Y luego están incorporaciones tan llamativas como la de la eurovisiva Ruth Lorenzo interpretando a Dios. Calvo y Ambrossi reivindican de esta manera la inclusión de la mujer en cualquier tipo de papel: «Hacía tiempo que queríamos a una mujer que hiciera de Dios, y Ruth canta como Dios», argumentan.

La pareja de directores afronta con ilusión y ganas esta nueva gira, que cuenta con nueva escenografía y con un show más grande. Esta evolución del espectáculo hace que, pese a los años transcurridos, Los Javis no se cansen de La Llamada. Por supuesto, también está la vigencia del mensaje, sobre la búsqueda de la identidad, la comprensión del otro: «Es una comedia que, además de ser muy divertida, tiene un mensaje. Y eso es lo que hace que la gente quiera ir a verla 200 ó 300 veces, como ha ocurrido en Madrid».

Popularidad

Y luego está otro factor a favor, por supuesto: está el magnetismo de sus creadores, popularísimos gracias a sus diferentes apariciones mediáticas; son amados por muchos, pero también criticados y odiados por bastantes. Ellos lo asumen con total naturalidad, aseguran estar demasiado metidos en sus diversos proyectos para prestar atención a la repercusión de lo que hacen, aunque Javier Calvo sí reconoce estar al tanto de los comentarios en las redes sociales y nos dice que, al final del día, pesan en el ánimo más los haters que los fans. Ambrossi hace tiempo que optó por cortar por lo sano: el año pasado cerró su cuenta de Twitter y desde entonces, dice, ha cambiado el chip y se encuentra mucho mejor. Pero lo que de verdad les importa es el trabajo: Ambrossi confiesa que por las mañanas se levanta y trabaja para mejorar, con la ilusión de que a la gente le gustan María, Susana, Paquita, Magüi, Noemí y tantos personajes salidos de su particular universo.