«Imagínese: yo soy de Ciudad Jardín, otro miembro es de Miraflores... Formamos una orquesta en nuestra ciudad, con muy pocos recursos económicos (vamos, cero euros) y humanos, y desde nuestra ciudad, hemos llegado a grabar para Deutsche Grammophon, a estar nominados para un Grammy Latino... Y ahora, estamos a punto de cumplir el sueño de nuestra vida». Nos habla José Manuel Gil de Gálvez, el director de Concerto Málaga, una agrupación que lleva más de 20 años batiéndose el cobre por la música clásica en nuestra ciudad y que sólo da pasos hacia adelante; el próximo, el crucial: a finales de año, o a principios del que viene, se pondrá la primera piedra de su sede, «la culminación del trabajo de todos estos años». Y lo hará en Teatinos, el «ensanche de la capital», por hacer una analogía con esa Barcelona de hace veinte años a la que tanto se parece la Málaga de ahora, opina el músico.

Será un proyecto ambicioso, inaudito para nuestro ciudad, avisa Gil de Gálvez. Las instalaciones, sobre una parcela de más de 2.000 metros cuadrados, cedida por el Ayuntamiento de Málaga, y con el diseño de los arquitectos Pablo Atienza y Juan Blázquez, del estudio EZAR, dispondrán de un colegio de músicos y de un auditorio para satisfacer las necesidades de Concerto Málaga y su Fundación Hispania Música. Será la casa que la música de cámara española no tiene en nuestro país. «Es nuestra especialidad, y esta sede será una referencia nacional e internacional en este ámbito», asegura el director del conjunto. Ese vacío es, precisamente, el origen de este proyecto: «Yendo por el mundo, después de los conciertos, muchos nos preguntaban dónde podían estudiar esta música. Y entonces nos dábamos cuenta de que en nuestro país no hay algo así». Todavía.

El expediente está ya en Urbanismo, así que sólo queda que la burocracia haga su parte. Mientras tanto, no crean, Gil de Gálvez y los suyos no se van a aburrir: continúan con su temporada de conciertos, preparan lanzamientos discográficos como la integral para cuerda de Joaquín Turina (con algunas obras en primicia mundial), un cedé en torno a Falla con el director uruguayo José Serebrier, y seguirán viajando por el planeta (este verano han tocado en Corea del Sur y Túnez, por ejemplo, y en 2023 ya tienen casi firmado su debut en Australia).