La historia de Hakim permaneció durante algo más de quince años aguardando el momento preciso para salir y encandilar al público. Un relato escrito por su padre es el protagonista del cortometraje nominado a los Premios Goya 2020 en la categoría de Mejor Cortometraje de Ficción. El malagueño Pablo Barce dirige un corto que parte de una historia escrita por su padre: «Nos marcó muchísimo, porque de hecho nos la dedicó a mi hermana y a mí cuando tenía 15 años», rememora Barce.

Y son quince precisamente los años que han pasado hasta que una historia, tan real como esencial, ha visto la luz de la mano de este joven director. El tiempo, los años que han transcurrido desde que su padre escribiese el relato hasta el momento que nos ocupa hoy en día, no han hecho que la historia pierda un ápice de vigencia. La historia de Hakim se hace ahora más necesaria que nunca, si cabe: «Por desgracia, 15 años después, este tema sigue siendo un problema hoy en día», lamenta Pablo.

Pero el cortometraje 'El Nadador' va más allá. Con él, su director ha querido rendirle homenaje a su familia. Su padre escribe desde que tiene memoria, relata Barce. Sobre su tierra, su infancia... La familia de Pablo proviene de Marruecos y en las historias del puño y letra de su padre siempre hay un lugar reservado para Larache, la ciudad en la que se crió. «Retratar esa ciudad es una forma de retratarle a ellos», comenta el director de este corto, que ha querido dedicar a sus padres y abuelos, como agradecimiento por todo el esfuerzo que hicieron para que el director de este cortometraje pudiera dedicar su vida a lo que más le gusta, el cine.

Algún que otro año ha pasado ya desde que Pablo hiciese las maletas y se trasladase a Madrid para comenzar sus estudios de cine en la capital. Esta formación, explica, ha sido la que le ha dado alas para llegar a dirigir su propio cortometraje: «Cuando estás estudiando cine siempre tiendes a pensar que lo que quieres hacer es dirigir. Yo me di cuenta de que lo que me gustaba era montar pero siempre tuve ahí el gusanillo de dirigir y ver qué salía».

Y lo que salió, nada más y nada menos que un cortometraje que ha cosechado diversos premios en la 20º Semana del Cortometraje de la Comunidad de Madrid y que este año se alza como nominado en la 34 edición de los Premios Goya 2020. «Los primeros premios ya nos sorprendieron, no esperábamos que pasara algo así tan pronto», asegura Pablo, que confiesa no llegar a creerse todavía su nominación a los Goya.

El mensaje de El Nadador tiene que llegar lejos. Esa es la finalidad que persigue su director, que explica lo difícil que fue llevar a la práctica todo lo que, en un principio, habían planeado para el cortometraje. Rodar en Marruecos era esencial y fue sin duda lo más difícil de la preproducción y producción de este corto, explica: «Ponen muchas dificultades a la hora de que un equipo de fuera entre allí a rodar».

En septiembre de 2017 llegaría uno de los momentos más duros para Pablo y su equipo. Tras un sin fin de permisos empezaron un rodaje que tuvieron que cancelar. La alternativa, rodar el cortometraje en Andalucía, no entraba en los planes de esta producción, que consiguió encontrar las conexiones en Marruecos que hicieron posible el traslado del equipo y el rodaje allí. Finalmente, en noviembre de ese mismo año empezarían a rodar, en Larache: «Todo ha merecido la pena por cómo ha quedado finalmente la historia», afirma orgulloso un director que no pudo evitar que derramar alguna que otra lágrima al ver, por fin, su cortometraje proyectado en el Festival de Cine de Málaga.

Y será, nuevamente, su ciudad la que sea testigo de como el cortometraje El Nadador se postula como nominado en los Premios Goya 2020. «Me parece una casualidad maravillosa, no podría haber sido más especial», asegura Pablo, mientras afirma que nunca habría podido soñar algo igual.

Pudiera llegar a imaginarlo o no, lo cierto es que Barce apostó por sus sueños y ganó, independientemente de lo que resulte el próximo 25 de enero. Y lo seguirá haciendo, puesto que el malagueño ya tiene en mente otro corto que, espera, pueda ver la luz el próximo año. La historia, no podía ser de otra forma, un relato de su padre: «Adapto su relato al guion y él me manda notas e ideas, me parece un proceso muy bonito».