La industria española he escogido el cine bienintencionado y abiertamente comercial del malagueño Álvaro Díaz Lorenzo para iniciar la resurrección de las salas de exhibición. 'La lista de los deseos', una comedia protagonizada por Victoria Abril, María León y Silvia Alonso, será la primera producción patria que se lance a conquistar al público tras la reapertura de las salas de cine el viernes 3 de julio.

La cinta, que iba a integrar la Sección Oficial del aplazado Festival de Málaga, es «una road movie que no mira atrás sino que marca el camino hacia la esperanza, una historia sobre las ganas de vivir de unas mujeres valientes y luchadores que emprenden un viaje emocional y físico que les cambiará para siempre». Eva (María León) tiene una lista de cosas que siempre quiso hacer aunque nunca se haya atrevido; su nueva amiga Carmen (Victoria Abril) le infunde el valor que necesita y le propone hacerlas junto a otra mujer, Mar (Silvia Alonso), también con sus propios deseos por cumplir. Los malagueños Salva Reina, Joaquín Núñez y Mara Guil, Paco Tous, Boré Buika y Andrés Velencoso completan el reparto.

Que Díaz Lorenzo sabe conectar con los espectadores se puede comprobar en su currículum: su 'Señor, dame paciencia', por ejemplo, ya atrajo a más de un millón de espectadores. Pero es que ahora también ha demostrado que sabe generar interés más allá de la piel de toro: y es que mientras buena parte del cine español más comercial busca fuera de nuestras fronteras argumentos de éxito contrastado para garantizarse el taquillazo ('Si yo fuera rico', 'Padre no hay más que uno' y 'Hasta que la boda nos separe' son algunos ejemplos), el cineasta madrileño criado en Fuengirola ha vendido los derechos del remake de 'La lista de los deseos' a Hollywood antes de presentarse en mercados o siquiera de estrenarse. Su «canto a la vida con toques de drama», como lo define su autor, parece que engancha.

¿De dónde le viene el DNI malagueño a Álvaro Díaz Lorenzo? Es hijo de Francisco Díaz Yanes, un prestigioso y reputado cirujano fuengiroleño, localidad donde el joven realizador ha residido hasta hace no muchos años. ¿Y la pasión por el cine? Pues resulta que es sobrino de Agustín Díaz Yanes, guionista y director de cintas como 'Nadie hablará de nosotra's cuando hayamos muerto o 'Alatriste'. Con su tío comparte la necesidad de contar historias, cueste lo que cueste: el propio Álvaro contó en su momento las dificultades que tuvo a la hora de afrontar su segundo filme, después de debutar a lo grande con el respaldo de Buenavista con 'Café solo o con ellas'; para 'La despedida' tuvo que ser su propio productor y coger él mismo la cámara y el micrófono a la vez durante el rodaje. Hoy, consolidado como uno de los pocos realizadores españoles respetados por su olfato comercial, la realidad es otra, y las ditribuidoras confían en él para la resurrección de las salas.