Feudo, el documental sobre la despoblación en Málaga que encandila en Castilla y León

La despoblación es un tema complejo. Hace años, la vida en el campo era más sencilla que ahora (aunque nunca ha estado exenta de complicaciones). Pero, tras la industrialización de las grandes urbes, muchas personas comenzaron a trasladarse a las ciudades en busca de una vida mejor. Abandonar el campo suponía en ocasiones, y ahora aún más, sacar adelante una familia. O a uno mismo. Y comenzó el famoso éxodo rural. Este dilema se expone intencionadamente en Feudo, el documental del director gaditano Javier Barón, quien supo describir cómo era la vida de la población joven en una pedanía antequerana al pie de Las Pedrizas, Villanueva de Cauche.

Y ha sido este punto de vista de Barón el que le ha valido para ver premiado a Feudo como mejor largometraje en el Festival de Cine Descentralizado Lazos, celebrado el pasado domingo en Valladolid. Barón ha estado incluso en La Tarde aquí y ahora, el programa de Juan y Medio, para hablar del documental. «Ya estoy en esa edad», comenta riendo a través del teléfono.

«Nos sorprendió mucho la acogida de este tema. Hay que tener en cuenta también que Castilla y León vive con la despoblación muy de cerca. Y en Andalucía es un problema, pero allí es más evidente. Están más implicados», argumenta el director.

«Al Festival se presentaron 400 películas, y cuando ves que hay tanto interés en el documental piensas: algo estaré haciendo bien», añade. Barón afirma también que tocar la fibra en Valladolid ha supuesto una alegría, porque al fin y al cabo era uno de sus principales objetivos.

El éxodo rural malagueño

Barón pretendía escuchar. Feudo es una manera de exponer una forma de vida rural sin prejuicios. «Podemos pensar que tienen un problema, pero primero tenemos que escuchar a los protagonistas para que nos cuenten cuál es su drama», afirma el director.

A medida que empieza a escribir el documental, Barón decide comprarse una casa en Zahara de la Sierra, en Cádiz. Un pueblo muy cercano al Valle del Genal que inspiró a Barón en esta temática.

«Solamente puse una cámara allí y fueron los propios habitantes los que empezaron a contar todo. Yo intuía que la vida de Fran, el chico que quería ser futbolista, iba por ahí. Pero para que sus problemas surgieran de una manera más natural, movía a su amigo a preguntarle. Es ahí donde surge el drama de querer ser futbolista y de tener que pasarse horas en un coche para jugar porque en su pueblo no tiene a nadie con quien hacerlo», comenta Barón.

El hecho de acercarse a Villanueva del Cauche es, al principio, por curiosidad. Aunque al final el documental se enfocó en el éxodo rural, lo primero que le interesó al director fue el régimen en el que vivían. «Es que, hasta 2002, aún pagaban las casas con gallinas», añade.

Esta situación terminó en 2015, pero Barón aprovechó una de sus estancias en Málaga por trabajo para analizar este pueblo y comenta que, al hablar con más personas sobre Villanueva del Cauche, todos se preguntaban desde hace años cómo era la vida allí. «La diferencia está en que yo paré y pregunté», explica.

Un festival de roles

«Te puedo contar muchas anécdotas del Festival. Como la sección Ofizios, en la que se buscaba acercar los viejos oficios a la Generación Z. Ponían a una señora que hacía bolillos con una tatuadora y se intercambiaban la tarea. Era una manera chula de acercar muchos trabajos», dice Barón.

«Podemos pensar que tienen un problema, pero primero tenemos que escuchar a los protagonistas»

Barón también tiene tiempo para recomendar obras del Festival. La ganadora en la Sección Joven Radio Espectro, que cuenta cómo un niño busca a su padre fallecido con la ayuda de su tío, un hombre mayor que vive solo en el campo, a través de una máquina fotográfica capaz de captar el aura de personas que ya no están. «Fue un descubrimiento Alejandro Bornes y Marina Arenas, los directores. Tienen una mirada muy moderna y a la vez muy de pueblo. Y creo que es muy interesante», explica.

Sinopsis de Feudo

La película narra la historia de dos niños, Óscar y Fran, que viven en Villanueva de Cauche y tienen sueños muy distintos: uno quiere ser cabrero y el otro quiere ser futbolista del Málaga CF. Una versión moderna de la fábula de “ratón de campo y ratón de ciudad”, que indaga sobre los motivos del éxodo rural, que empiezan a manifestarse ya desde la infancia. Es también la historia de Marta, una adolescente que es capaz de integrar perfectamente su pasión por el baile urbano con el fuerte arraigo que siente por su tierra; o la de Andy, un militar británico retirado que ha encontrado en Cauche su lugar en el mundo.