Por esta vía se puede obtener una cronología del posible uso de narcóticos y dopaje, partiendo del principio que el pelo crece alrededor de un centímetro al mes.

En el análisis de algunos cabellos del ciclista se comprobó que en los milímetros más cercanos a la cabeza no había indicaciones del uso de cocaína, pero en el resto sí, según ha explicado hoy "Het Belang van Limburg".

El test había sido solicitado por la fiscalía de Turnhout, que todavía tiene que decidir sí actuará judicialmente contra Boonen por el uso de narcóticos prohibidos.

Dado que el código mundial antidopaje no prohíbe el uso de cocaína fuera de las competiciones, el control antidopaje en el que se encontró un metabolito de cocaína en la orina del ciclista no tuvo consecuencias deportivas, pero la instancia belga de control sí informo a la fiscalía del caso.

En el marco de la investigación, se registraron a principios de junio la casa de los padres y la de la novia de Boonen sin resultado.

El ciclista nunca ha admitido públicamente el uso de cocaína, sino que pretendió que alguien le debió de colocar algo en una bebida.