"Animo Diego, los atléticos estamos contigo", se pudo leer en los marcadores del recinto atlético un cuarto de hora antes de comenzar el encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de campeones ante el Oporto portugués.

En las imágenes se pudo ver a varios jugadores del Atlético celebrando goles de su equipo.

Diego Alcalá Rivero, de nueve años, sufrió el trágico accidente el pasado sábado pasadas las once y media de la mañana en un campo de hierba artificial del Recinto Ferial del municipio madrileño de Las Rozas, en el que en ese momento se disputaba un partido entre los equipos alevines de esta localidad y el Atlético de Madrid.

El niño, componente del equipo Alevín H de primer año de la Escuela de Fútbol del Club Atlético de Madrid sufrió un traumatismo craneoencefálico severo al ser golpeado en la cabeza con la cubierta del banquillo en e que se encontraba en ese momento.

En un comunicado del pasado domingo, el Atlético de Madrid indicó que su presidente, Enrique Cerezo, y el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, "desean una pronta recuperación" al niño "en nombre de todos los que forman la gran familia rojiblanca".

Además, el presidente del club visitó el lunes al jugador. Cerezo quiso interesarse por el estado del niño, que continúa grave, y compartió unos instantes con los padres del jugador, a los que transmitió "la solidaridad y el apoyo del club" en estos momentos.