"La llegada a los 'doldrums' fue como estaba prevista y nos encontramos lo típico: poco viento y chubascos. Pero no fue tan radical como cuando cruzamos el Ecuador en la primera y en la segunda etapa; nunca hemos bajado la velocidad del barco a menos de cinco nudos", concreta el regatista balear.

En cuanto a la táctica empleada explica que "aquí estaba nuestra primera oportunidad de coger a los de delante, pero no se trata sólo de cogerlos; lo importante es ver qué pasa cuando sales de los 'doldrums' porque aquí se comprime la flota, pero igual que se comprime se suele estirar después. Estamos esperando a ver que cuando salgamos no haya mucho viento, ya que entonces nos quedaríamos como estamos ahora o un poco más cerca, aunque hemos recortado unas 100 millas (185 Km.)".

Finaliza señalando que "la parte positiva de la situación actual a la anterior es que antes íbamos a 20 nudos (38 Km/h.) todo el día, haciendo más de 400 millas (720 Km.) cada día, con lo cual avanzas mucho; eso sí, todo el día mojados, pero hacer ese número de millas al día era lo mejor. Por otra parte no podías ni hablar con nadie porque estabas siempre con el casco puesto y es un poco incómodo, pero ahora lo que queda aquí son varios días de calma que aprovecharemos para secarlo todo y arreglar las cosas que haya que arreglar".

El santanderino Pablo Arrarte explicaba esta misma mañana que "por fin pasamos el Ecuador sin grandes calmas del viento y esto nos ha acercado a los lideres. Llevamos una semana sin ver tierra,ningún barco ni nada, sólo algún pájaro y algún pez. u00A1Echamos de menos el verano! Hemos descansado de tanta agua de los otros días y ya tenemos ganas de que vuelva el viento fuerte".