Darjus Lavrinovic ha salido al rescate del Real Madrid para evitar que el Murcia, que no dio sensación de peligro, se llevara una victoria por la que realmente no pugnó hasta el último momento.

El Real Madrid ha salido más concienciado en defensa, al inicio del partido, que en otras ocasiones, aunque con los mismos problemas de puntería en ataque, lo que ante el Murcia no fue un obstáculo insalvable. El Murcia ha aguantado siete minutos la paridad en el marcador, pero ha acabado el primer periodo siete abajo, 27-20.

En el segundo cuarto, Ettore Messina ha decidido hacer pruebas y ha jugado durante muchos minutos sin base y sin pívot puro. La ausencia de Tomas Van den Spiegel y, sobre todo, de Felipe Reyes, está obligando a Garbajosa, Velickovic y Hervelle a jugar fuera de su posición habitual.

Con un Velickovic cortando con acierto por la zona rival y sin mayores sobresaltos, casi jugando de carril, el Real Madrid se fue al vestuario con una cómoda ventaja de once puntos, 43-32, y con la sensación de que el partido prácticamente se había acabado y de que el Murcia no daría mucha más guerra.

Efectivamente, el Murcia ni se ha acercado en exceso ni se ha descolgado definitivamente en el marcador, no dando en ningún momento la sensación de poder disputar el partido y conseguir la que hubiera sido su primera victoria en el feudo del Real Madrid, después de trece visitas.

Tras el 55-47 del final del tercer cuarto y un pobre parcial de 12-17, todo pareció visto para sentencia, pero el Real Madrid se empeñó en complicarse la vida dejando que el Murcia se acercara a un punto, 57-56, a falta de seis minutos para el final.

Un poco de dedicación en defensa y tres balones interiores a Lavrinovic fueron suficientes para conseguir un parcial de 7-0 en dos minutos, 64-56 y deshacer el entuerto.