"Siento que ésta es una gran oportunidad". Éstas fueron las primeras palabras de Juan Dixon, nacido en Baltimore (EEUU) hace 31 años, como nuevo jugador del Unicaja. Recala en el club malagueño hasta final de temporada. Su sensacional carrera le avala. 436 partidos en la NBA con 8,4 puntos de media. Y en sus primeras noches en la mejor Liga del mundo coincidió con el mejor jugador de todos los tiempos, Michael Jordan.

Pocos son los que pueden alardear de haber compartido vestuario con él. Jordan, en su último año como profesional, disputó 82 partidos. Dixon, ´drafteado´ esa misma temporada por los Washington Wizards en el puesto 17, disputó 42. Ahora, aquel ´rookie´, convertido ahora en todo un veterano, desembarca en un Unicaja en crisis.

Y lo hace para ser un referente en el equipo. Ayer, en su puesta de largo como cajista, ya habló de liderazgo. "Tengo mucha energía, en ataque y en defensa, soy agresivo, poco egoísta e intentaré ser el líder, con mi ejemplo y mi juego, en el campo". Buena señal. Su pasado, sus números y su caché en este Unicaja, tan carente de referentes anotadores, deben llevarle a guiar al Unicaja.

Su paso por el Aris de Salónica le ha venido de maravilla para que su adaptación a la ACB se produzca de una forma más rápida. Tras toda una carrera en la NBA llegar a Europa no es fácil. "En mi primer partido en el Aris hice cinco faltas muy rápidas", admitió. "Los árbitros no te dejan usar mucho las manos en defensa y es un baloncesto más táctico, tanto en defensa como en ataque, más parecido al universitario".

Grandes recuerdos para él, ya que Dixon se proclamó campeón de la NCAA con Maryland, obteniendo además el MVP en la ´Final Four´. Allí fue donde se ganó una larga carrera en la NBA, a base de anotar, generar sus propios tiros, con una mecánica muy rápida y una tremenda facilidad para rectificar en el aire. En su etapa universitaria jugó con el número 3 y en buena parte de su etapa NBA, con el 12 y el 21. En Málaga ha escogido el 13, combinando esos dígitos.

Apenas se ha entrenado en un par de ocasiones con el resto de la plantilla verde, pero ya ha mantenido una reunión con Aíto García Reneses. "He visto por televisión el partido contra el Lietuvos. Es un gran club que juega en una de las grandes ligas, con una gran tradición e historia".

Hace un par de semanas rescindió su contrato en el Aris de Fotis Katsikaris –desde ayer, nuevo técnico del Bizkaia–. Y eso que sus números eran muy buenos: 14,3 puntos en la Eurocup y 11,6 en la Liga helena. "Era mi primera experiencia en Europa y en mi adaptación al juego y al equipo no tuve un ´feeling´ total con Katsikaris, que es un gran entrenador. No hubo entendimiento y salí".

Muy ilusionado. En su primera toma de contacto con Aíto charló sobre la filosofía del equipo, "en defensa y en ataque". "No hemos hablado de mi posición, sólo de sistemas. Estoy muy ilusionado porque vengo a un buen equipo, con grandes jugadores".

En su dilatada experiencia en la NBA también coincidió unos meses en Toronto con Jorge Garbajosa. "Garbo es una excelente persona, un gran jugador y un ganador. Conoce muy bien el juego".

Consciente de que llega a Málaga en una época complicada, con el equipo recién excluido de la Copa del Rey, sabe bien que a partir de ahora hay que pensar "en todo lo que queda por delante en las dos competiciones" –Liga y Euroliga– que disputa el equipo y ve a sus compañeros "preparados para afrontar el reto".