Liderado por un fabuloso Leo Messi, el Barcelona, el defensor del título, se clasificó anoche con brillantez para los cuartos de final tras eliminar con suficiencia al Stuttgart (4-0) y dio un paso más hacia el sueño de jugar la final de la ´Champions´ en el Santiago Bernabéu. Messi abrió el marcador, firmó luego el 3-0 e intervino en el 2-0, obra de Touré Yayá, otro de los destacados, sustituto del lesionado Xavi Hernández y sorpresa en la alineación de Pep Guardiola, como también fue la ausencia en el once inicial de Zlatan Ibrahimovic. El argentino, el ´Balón de Oro´, el mejor jugador del mundo, luce unos números de récord. Ha marcado ocho de los últimos nueve goles de su equipo, acumula 31 desde el inicio del ejercicio, pero además de eso, son las sensaciones que destila, las opciones que ofrece al equipo y más en el momento clave de la temporada.

En el partido número cien de los azulgranas en la máxima competición continental, en el quincuagésimo encuentro de Pep Guardiola como técnico del Barça en el Camp Nou, el equipo catalán no dio prácticamente opciones a un ordenado Stuttgart.

Los alemanes, que no habían perdido ni un partido en Europa desde 2007, cuando cayeron el Camp Nou, jugaron a verlas venir, poco bagaje para tanto escenario, y acabaron pagándolo.

De salida, sorpresa: Ibrahimovic, en el banquillo. Además, Xavi Hernández se había lesionado en la víspera. Guardiola fue fiel a su nuevo sistema, un 4-2-3-1 que le da plena libertad a Leo Messi y el argentino, en el estado de forma en el que se encuentra, volvió a responder a las exigencias. Leo, con mucho espacio como segundo delantero, jugando centrado, volvió a estar sublime. Antes del cuarto de hora, el rosarino ya había adelantado a su equipo con una de sus jugadas características.

En diagonal, desde la derecha hacia el centro, hizo un eslalon, sin que ningún defensa pudiera detenerlo. Su remate, desde la frontal, sorprendió a Lehman y el Stuttgart, que se había mostrado muy fiable hasta entonces, empezó a ver que su misión en el Camp Nou iba a ser imposible.

Apareció Touré Yayá en la construcción, junto a Busquets, pero también como interior. En una de sus incorporaciones por la izquierda, Touré recibió un pase de Messi y al primer toque habilitó dentro del área a Pedro. El delantero sólo tuvo que empujar a la red el 2-0 con sólo 22 minutos jugados.

Si la resistencia del Stuttgart se había diluido tras el 1-0, con el 2-0, el equipo de Christian Gross levantó la bandera blanca. Guardiola había conseguido lo que pretendía. Su equipo no especuló, ni se distrajo, fue a por el partido desde el primer minuto y demostró de lo que es capaz.

Siguió Messi liderando el equipo, continuó Touré con su particular recital, en el corte y en la creación. Los dos protagonistas de la noche se asociaron, pero el africano no acertó (m.56), hasta que Messi volvió a aparecer para marcar el 3-0.

El pase a cuartos llegó de la mejor manera, porque Bojan, que acababa de saltar al terreno de juego por Iniesta, redondeó la goleada local. Con buen juego, el campeón parece reencontrarse con su mejor fútbol cuando llega la hora de la verdad. El campeón es ya el único equipo español en liza.