El Marbella dejó de estar invicto en casa, después de caer ayer con una solitaria diana que el Granada B anotó de penalti cuando ya se encontraba en inferioridad numérica. La expulsión de Sulayman, al ver la roja directa tras la reanudación, incluso espoleó a un filial granadino que hoy despertaba como segundo en la tabla.

Los locales saltaron muy bien posicionados al césped de San Pedro. La primera mitad fue de dominio blanquillo, aunque la zaga visitante no sufrió demasiado. Los canteranos del Granada lo intentaban al contragolpe, pero hasta el descanso siempre se impusieron las defensas a los arietes rivales.

La ocasión más clara hasta entonces la había puesto Añón, que llegó a marcar tras recibir un balón a la espalda de la defensa y sortear al portero granadino. Pero el colegiado, pese a las sonadas protestas, decretó fuera de juego. La respuesta fue de Bravo, que con el tiempo ya cumplido, ejecutó de manera magistral una falta y obligó a Reina a realizar una espectacular parada.

El encuentro parecía que iba a resolverse tras el paso por los vestuarios. Primero anotó también el filial, por medio de Isaac, pero como en la primera parte el árbitro anuló esta acción por fuera de juego. Y luego llegó la expulsión de Suleyman, tras una dura entrada sobre Carlos Portero. Restaba más de media hora y todo apuntaba a posible triunfo local, sobre un rival bien situado en la clasificación.

Pero no acertaron a continuación ni Rubiato ni Airam en dos de las mejores ocasiones locales del encuentro. El Granada B se ordenó muy atrás y se abonó a encontrar algún contragolpe para buscar los tres puntos. En uno de ellos, con el reloj ya situado en el minuto 77, Nico e Isaac montaron una buena acción ofensiva. Reina tuvo que cometer penalti sobre el segundo y Bravo se encargaría en transformar el que sería único tanto del choque. El Marbella intentó luego empatar con más corazón que acierto.