El Celta destituye a Benítez

La etapa de Rafa Benítez en el Celta llega a su fin. El club vigués ha comunicado este mediodía la destitución del técnico. Los malos resultados del equipo en la temporada del Centenario han precipitado la decisión de la directiva comandada por Marián Mouriño, que hace unas semanas afirmó a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, que sostendría al entrenador "hasta que fuera insostenible". Su sustituto fue anunciado dos horas después. Claudio Giráldez, entrenador del filial, tomará el relevo en el banquillo.

La noticia llega dos días después de la derrota en el Santiago Bernabéu (4-0) y tras una racha de resultados nefasta. Los números nunca han sonreído al Celta de Benítez. Solo ha sumado 5 victorias en 28 jornadas de Liga y acumula 24 puntos —dos por encima del descenso—, uno más de los que llevaba hace 11 años, cuando se salvó de forma milagrosa en la temporada del 4%. Los celestes eran entonces decimonovenos. Mejor rendimiento ofreció el equipo en Copa del Rey, alcanzando los cuartos de final y cayendo, para desilusión de un Balaídos entregado, frente a la Real Sociedad.

El juego del equipo tampoco ha terminado de convencer a la parroquia celeste, que lleva meses señalando la poca ambición del entrenador madrileño en sus planteamientos. Y eso que el madrileño ha trabajado con un presupuesto más elevado que sus predecesores: alrededor de 40 millones de euros de gasto en fichajes y 81 millones destinados a los salarios del plantel.

El modelo nunca ha llegado a consolidarse pese a que el madrileño probó varios esquemas diferentes y dio oportunidades a todos los futbolistas de la plantilla, incluidos canteranos como Carlos Domínguez, Miguel Rodríguez, Hugo Sotelo o Hugo Álvarez. Aunque no todo fue negativo. Bajo su batuta han ganado jerarquía jugadores como Óscar Mingueza, Luca de la Torre y Jorgen Strand Larsen, que claramente han mejorado su hoja de servicios respecto a su primer año en Vigo.

El entrenador mejor pagado en la historia del club

El técnico madrileño firmó el pasado verano el contrato más alto que nunca se le había ofrecido a un entrenador en el Celta. Era un proyecto para tres años que buscaba poner fin a las agónicas permanencias del equipo. Un "maratón", como afirmaba el entrenador. Pero después de nueve meses de trabajo en Vigo, el Celta de Benítez nunca ha llegado a despegar.

La gran apuesta deportiva de los ahora ausentes Carlos Mouriño y Luis Campos para el centenario se convierte hoy en la primera destitución de Marián Mouriño, que espera que esta revolución a falta de diez jornadas para el final del campeonato sirva para impulsar al equipo hacia la salvación.