Alerta de la Seguridad Social a los trabajadores por este detalle que afecta al paro y a la jubilación

Por mucho tiempo que llevemos trabajando, hay una tarea que nunca podemos dejar atrás: revisar las cotizaciones a la Seguridad Social es una manera de curarnos en salud y evitar desagradables sorpresas al momento de presentar la declaración de la Renta cuando comienza la campaña del IRPF.

La cotización a la Seguridad Social es "la acción por la cual los sujetos obligados aportan recursos económicos al Sistema de la Seguridad Social en virtud de la inclusión en dicho Sistema, por el ejercicio de una actividad laboral". En este aporte, los "elementos básicos son la base de cotización, el tipo de cotización y la cuota".

Tal y como explican en la página oficial de la Seguridad Social, uno de los elementos básicos para calcular las cotizaciones (que después codicionarán la cuantía de las pensiones contributivas como el paro o la jubilación) es la base de cotización.

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La base de cotización es el salario mensual que percibe el trabajador en bruto, del que se descuentan las cotizaciones y el aporte al IRPF para dar lugar al salario neto, que finalmente percibe el empleado.

Al consultar el informe de vida laboral, lo que podemos conocer es cuál es nuestra base de cotización, así como las aportaciones que estamos realizando a la Seguridad Social y que después condicionarán cuánto cobraremos de paro o desempleo.

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El aviso de la Seguridad Social sobre las cotizaciones

La Seguridad Social ha publicado un aviso a través de sus redes sociales donde insta a los ciudadanos en activo a que consulten regularmente su informe de vida laboral. Además, adjunta un enlace a la revista oficial donde explica punto por punto qué compone el informe y cómo interpretarlo.

Una de las primeras advertencias es sobre la gratuidad del informe: "El informe es gratuito; desconfíe de quien le solicita dinero a cambio por realizarle el trámite".

Uno de los principales motivos por los que debemos revisar la vida laboral es para asegurarnos que nuestra cotización se ajusta al trabajo que desempeñamos: en algunos casos, los empleadores declaran menos horas de trabajo de las que realmente realizan sus empleados. Esto es ilegal y, además, perjudicial para las futuras pensiones contributivas que pueda recibir el trabajador.

Por ejemplo, si trabajamos 40 horas, pero solo estamos contratados 20, cuando tengamos que coger una baja laboral, disfrutar de nuestro derecho a paro o incluso jubilarnos, la cantidad que percibiremos será menor; ya que se corresponderá con la base de cotización (el sueldo bruto mensual) que ha declarado el empresario.