CropBalance, la herramienta digital para que los agricultores malagueños cultiven de forma sostenible

La agricultura, como tantos otros sectores, no está al margen de la digitalización. Los avances tecnológicos permiten conseguir cultivos más eficientes, productivos y sostenibles. No es sólo una respuesta a las tendencias de la sociedad – la población se preocupa, cada vez más, porque los productos que consume sean sostenibles y se lanzan campañas como ‘De la granja a la mesa’ –, sino también la respuesta del sector para adaptarse a la legislación europea y española vigente.

Entre las diferentes herramientas tecnológicas surgidas durante los últimos años, se encuentra CropBalance -una creación de Sipcam Iberia-, un servicio de asesoramiento a los agricultores y productores que les ayuda a tomar decisiones relacionadas con la fertilización y bioestimulación. El objetivo no es otro que conseguir un cultivo más equilibrado, productivo y sostenible; pero, además, pretende garantizar el mejor estado del suelo con el cumplimiento de todas las exigencias legales.

La aplicación de CropBalance está siendo un éxito entre los agricultores asesorados de todas partes de España porque “la herramienta les ayuda a combatir los desajustes en sus plantaciones y consigue que las cosechas de esta campaña sean mucho mejores que las anteriores”, asegura el responsable del proyecto Daniel Mulas. 

Además, la herramienta persigue la rentabilidad, puesto que permite al agricultor redirigir sus recursos económicos donde toca y rentabilizar los gastos del cultivo ya que, como aseguran desde Sipcam, “CropBalance permite al agricultor saber si debe bajar o subir los niveles de abonos porque le informa sobre qué le sobra y qué le falta a la planta".

En el caso de la Málaga, con un potente sector del olivar y de subtropicales, puede resultar esencial para que los agricultores sepan si sus cultivos pueden aumentar su producción, con los bioestimulantes indicados, si necesitan más o menos agua o el estado de salud del suelo. Lo consiguen gracias a que esta herramienta digital analiza el cultivo de forma activa, viva y adaptada a los cambios.

CropBalance ofrece un asesoramiento personalizado de cada parcela, con recomendaciones para que los árboles den lo mejor de sí. Para ello, la herramienta analiza múltiples factores como el tipo de cosecha, la edad, la localización, el clima, el suelo o el agua, entre muchos otros.

Las ventajas de la digitalización

La digitalización agrícola es, según los expertos, “un avance crucial” en el sector de la agricultura al repercutir positivamente y de manera significativa en la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad de las plantaciones. 

La tecnología está incorporando técnicas como las de la agricultura de precisión, el monitoreo satelital, los sensores y la inteligencia artificial; las cuales ayudan a optimizar todo el proceso agrícola, desde la siembra y el riego hasta la cosecha o, incluso en otros aspectos, como la gestión de plagas. 

La digitalización permite, además, mejorar la trazabilidad del producto, un factor esencial para garantizar la seguridad alimentaria y la calidad. Los beneficios son de rentabilidad, pero también de sostenibilidad del producto y de preservación de los recursos naturales.

La nutrición avanzada, ¿qué es?

Este cambio de era en la agricultura ha supuesto también la generalización del concepto de nutrición avanzada, que se basa en el uso racional y sostenible de insumos para obtener buenas cosechas en cantidad y calidad.

Este modelo se contrapone a la fertilización tradicional, en la que se combina el uso de fertilizantes orgánicos con otros inorgánicos. Mientras que los primeros mejoran las propiedades físico-químicas de los suelos y su actividad biológica, los segundos aportan la mayoría de los nutrientes para conseguir que sean productivos en calidad y cantidad.

La nutrición avanzada se basa en la fertilización tradicional, pero incorpora aspectos sostenibles -se conoce también como agricultura regenerativa- con la incorporación de la fertilización microbiológica y el uso correcto de bioestimulantes y correctores nutricionales.

En este sentido, uno de los principales baluartes de CropBalance es que es el único sistema de recomendación que integra los cuatro tipos de fertilización, los cuales se aplican o no en función de lo recogido en las analíticas del suelo y el agua. La tecnología tiene en cuenta las interacciones de todos los parámetros que intervienen en la nutrición, con la máxima de conseguir un cultivo equilibrado que logre la mayor producción y rentabilidad posibles.

Casos de éxito en la aplicación de CropBalance

CropBalance salió al mercado en el año 2022, aunque el proyecto comenzó en el año 2020 con la formación del equipo técnico y las pruebas completas de la nutrición avanzada de los cultivos.

En una primera etapa, CropBalance demostró ser óptimo para cultivos de diferentes características, como en mandarinos de Vila-real, el olivar de secano en el Aljarafe sevillano o en plantaciones de nectarino en las Vegas de Guadiana (Extremadura). Pero, tras esta primera fase, la herramienta está demostrando su viabilidad en otros cultivos, como la lechuga o los cítricos de Murcia, la viña de Castilla-La Mancha, el maíz catalán, el pimiento de los invernaderos de Almería, el tomate extremeño o el melocotón de Lleida. 

CropBalance parte de un conocimiento específico del cultivo, del suelo y el agua. Con estos datos se busca el equilibrio nutricional, minimizar el estrés de la plantación y, además, mejorar la biodiversidad del ecosistema. “Así, se ajustan las UF totales de los nutrientes e insumos mediante los cuatro tipos de fertilización”, explica Mulas. El objetivo final es obtener el máximo rendimiento y calidad del cultivo.

La tecnología de Sipcam Iberia es más que una herramienta; es, en definitiva, una nueva forma de trabajar en la nutrición de los cultivos, con un enfoque global y con la capacidad de adaptarse a todo tipo de zonas y condiciones de las plantaciones.