¿Se puede morir por una ingesta excesiva de gominolas? Supongo que sí. Muy cerca de eso debe de estar ver 'Requisitos para ser una persona normal', el egotrip de Leticia Dolera -actriz que aquí debuta como escritora y directora de largometrajes- que provoca una mortal sobredosis cuqui. El problema es que para una película con ese título y que juega a supuesta extravagancia aceptable, todo es tan ramplón como en 'Cómo sobrevivir a una despedida': chistes sobre gallegos, diálogos que dejan a Diablo Cody a la altura de Ben Hecht, menciones nostálgico-culturales tipo "Yo fui a EGB" (¡falto el cameo de Vicky Larraz!), protagonista con trencitas y vestidita como viejuna que seguir pareciendo una niña diferente, música omnipresente de guitarra acústica, piano de juguete y "dubidú"... Total, una auténtica pesadilla de colores y lunares que en los créditos finales incluye "Viaje a los sueños polares", de Family. Lo que te recuerda que lo cuqui puede ser sublime, siempre y cuando, claro, medie el talento.