Ofrecer a los alumnos una visión integral de la evolución de la profesión periodística con los retos que ha impuesto la revolución tecnológica vivida en las últimas dos década, sin perder la perspectiva de un pasado en el que los hábitos de emisores y receptores eran muy distintos, y poniendo la vista y el énfasis en un futuro en el que las nuevas tendencias a la hora de trabajar y presentar la información dibujan un paisaje apasionante y lleno de retos, era el objeto de este taller que fue impartido a los alumnos de 4º de la ESO en el IES Politécnico Jesús Marín de la capital malagueña.

La presentación comenzó con un vídeo elaborado por la Televisión Pública vasca (EITB) en la que varios periodistas y docentes de facultades de Periodismo comparaban los usos y modos de abordar la profesión periodística de hace unos años, con las maneras de trabajar que internet y las redes sociales han impuesto en el periodismo del Siglo XXI.

A continuación, y para ofrecer una visión más completa de la Historia del Periodismo, se hizo un pequeño recorrido por los hechos más importantes de la historia universal de la profesión. Una vez bien fijados los conceptos, se pasó a analizar las características más importantes de la profesión en la actualidad. Ésta, pasa en 2017 por las potentes herramientas que tienen los profesionales de la información para trabajar, basadas en una referencia tecnológica que han redimensionado el día a día de los periodistas.

Ahora, aunque no sabemos por cuánto tiempo, estamos viviendo la cohabitación entre los medios tradicionales, que cada vez reflejan índices más pobres de audiencia y seguimiento, y los nuevos medios, donde la inmediatez y el papel más dinámico de los destinatarios de la noticia, son sus señas de identidad más acuciadas. El ejemplo más palpable de este aspecto son las redes sociales, que en cierto modo, han fagocitado la difusión de las noticias por parte de los medios digitales. En la actualidad ya no es suficiente publicar los temas en un modo online, además hay que hacerlos llegar a las redes sociales para que se hagan virales.

Y es que al periodista se le han unido nuevos actores en el proceso de producción de las noticias como son, con un perfil más técnico, maquetadores, desarrolladores, programadores, etc que también intervienen, de forma tangencial, en el proceso de elaboración de una noticia.

Los alumnos del Politécnico se interesaron por los nuevos perfiles de periodista que demandan los nuevos medios de comunicación: se acabó ya hace tiempo el tradicional «plumilla» con su libreta para anotar. Ahora, el profesional de la información tiene que saber manejar la edición de vídeo, debe saber utilizar la cámara de su móvil, las aplicaciones más comunes para subir contenidos a la web, etc. Es este un momento plurifuncional para los periodistas y no todas las generaciones de profesionales están dispuestas a hacer el sacrificio, a pesar de tener datos tan contundentes como que ya más del 50 por ciento de las informaciones se leen a través de la pantalla del móvil y que los contenidos informativos audiovisuales crecen a razón de un 155% cada año.

Una vez expuestas las cuestiones anteriores solo quedaba por exponer a los alumnos de 4º de la ESO del Politécnico Jesús Marín las líneas maestras que van a configurar el futuro de la profesión periodística.

Dos son los ejemplos que se explicaron al respecto de este tema: la aparición cada vez más numerosa del denominado periodismo inmersivo y el desarrollo espectacular en los últimos tiempos del llamado periodismo de datos.

Para explicar el denominado periodismo inmersivo, los alumnos pudieron ver parte de un reportaje que el diario El País publicó sobre el primer equipo de prensa que pisó la zona de la ciudad japonesa de Fukushima tras el accidente nuclear que tuvo lugar tras el tsunami que asoló las costas japonesas en marzo de 2011.

Este reportaje, grabado con cámaras de 360 grados, tiene que ser visto con gafas de realidad virtual para que el público «viva» en primera persona y casi «in situ» lo que allí pasó. Este tipo de periodismo será algo muy común en la próxima década y constituye el anhelo de los nuevos consumidores de información, que no se limitan a recibirla, sino que quieren experimentar y sentirla suya.

El periodismo de datos es una especialidad que consiste en recabar y analizar grandes cantidades de datos (cientos de miles, incluso millones) mediante software especializado y hacer comprensible la información a la audiencia a través de artículos, infografías, visualizaciones de datos o aplicaciones interactivas. Este periodismo es, ni más ni menos, la versión 3.0 del llamado periodismo de investigación. Los alumnos conocieron detalles del ejemplo más significativo de los últimos tiempos sobre periodismo de datos: los papeles de Panamá, ejemplo de colaboración entre periodistas de diferentes medios y países que sacaron a la luz todas las cuentas de notables personajes en aquel paraíso fiscal.