Con la voz quebrada y apenas conteniendo las lágrimas, el presidente de Bolivia, Evo Morales, despidió en nombre del pueblo boliviano al fallecido mandatario venezolano, Hugo Chávez, su "amigo", su "hermano", su mentor político desde que en 2006 se convirtió en el primer indígena en liderar este país.

Morales compareció esta noche en el Palacio de Gobierno en La Paz, arropado por su gabinete en pleno, para transmitir sus condolencias al pueblo venezolano, al que pidió, "más que nunca", unidad tras la muerte de Chávez, anunciada por el Gobierno de Venezuela.

"Estamos dolidos, destrozados", dijo el presidente boliviano, quien en su discurso se vio obligado a hacer frecuentes pausas, embargado por la emoción ante la desaparición de su "hermano, compañero, presidente", como definió a Chávez.

Evo Morales ha sido el mandatario que más veces visitó a Chávez durante su lucha contra el cáncer que padecía desde 2011, y que finalmente ha acabado con su vida.

Morales viajó a Caracas el pasado 18 de febrero con la esperanza de ver a su colega, aunque finalmente los médicos lo desaconsejaron, por lo que se reunió con familiares de Chávez y miembros del Gobierno de ese país.

Durante toda la enfermedad del líder venezolano, Morales le transmitió frecuentemente sus deseos de recuperación, asistió a misas por su salud y expresó en numerosas ocasiones su "gran amargura" y "dolor" por el delicado estado de salud de su amigo.

Y es que para Morales el presidente Chávez era mucho más que un aliado político y económico.

El fallecido mandatario venezolano fue el mentor político de Morales, quien en alguna ocasión ha recordado que aquel fue el primer presidente en felicitarle tras su victoria electoral en el año 2005.