El keniata Ngugi wa Thiongo se ha hecho conocido del público español gracias ante todo al Premio Nobel de Literatura, y no es porque lo haya ganado, sino porque desde hace años se encuentra entre los candidatos fijos que maneja la prensa especializada, así que no hay mes de octubre en el que no aparezca en la terna de favoritos.

Obtenga o no algún año el preciado galardón, este escritor nacido en Kenia en 1930 -por entonces, todavía en manos del extinto imperio británico- es un excelente ejemplo de compromiso de un escritor con la tradición oral de su pueblo, como puede verse en novelas como 'El brujo del cuervo', una hiriente sátira contra las dictaduras que sigue padeciendo el continente africano.

El entronque de Ngugi wa Thiongo con lo popular, con las narraciones contadas en las calles de los pueblos de Kenia podemos apreciarla también en la fábula 'La revolución vertical', en la que el escritor se pregunta por qué los seres humanos caminan erguidos y aporta una originalísima respuesta.

Publicada por Rayo Verde, antes de nada hay que subrayar la sobresaliente edición, para empezar bilingüe (en español y en idioma gikuyu), ilustrada por Agustín Comotto, que bebe del primitivismo africano con un resultado final fastuoso, colorista y al mismo tiempo moderno, en la línea de la reinterpretación que del arte africano hizo Picasso.

Y luego está, claro, la garra para contar historias de Ngugi wa Thiongo, que nos ofrece un cuento cargado de mensaje, un canto al trabajo conjunto para que la diversidad sea una riqueza y no una conjunción de reinos de taifas. Con el escritor africano la imaginación llega al poder de la mano de una sabia moraleja.